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El gasto interior se ha recompuesto como consecuencia de la crisis sanitaria y la nueva ola de contagios pone en peligro la recuperación.

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El indicador del consumo privado en el mercado interior experimentó durante el primer semestre de 2021 una variación acumulada de 7.9%, de acuerdo con cifras originales (anualizadas), donde los bienes nacionales crecieron 9.8% anual y los importados repuntaron 27.7% anual, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Durante junio, en particular, el indicador creció 19.1% en términos anuales con cifras originales, pero se contrajo -0.8% mensual respecto a mayo, para ser su primera caída mensual después de tres meses consecutivos de crecimiento y mantenerse debajo de los niveles pre-pandemia.

Analistas de BX+ consideran que “esto se explica en gran medida por una recomposición del gasto, asociado a las dinámica en la movilidad social, y pese a la ligera moderación en la inflación (5.88%) y en el desempleo (4.0%), al crecimiento continuo de las remesas (+4.5 mmdd) y en la confianza del consumidor (44.2 pts)”.

Agregaron que “el rebrote del virus puede volver a distorsionar los patrones de consumo, deteriorar la recuperación en la confianza, la inversión y el empleo; además, la elevada inflación limita al poder de compra de los hogares. Por ello, no prevemos que la variable regrese a niveles pre-pandémicos este año”.

Asimismo, el rebrote del virus podría acentuar las distorsiones en los patrones del gasto, al reducir la movilidad social, aunque en menor medida que en la primavera y el invierno de 2020.

Al respecto, en Banorte sus analistas opinan que “en esta ocasión, consideramos que el principal factor detrás de la disminución podría ser una base más complicada, considerando que en los últimos tres meses la ganancia acumulada había sido de 5.0%. No obstante, pensamos que también hay un impacto importante del deterioro en torno a la pandemia, con los casos diarios comenzando a acelerarse y con algunas restricciones hacia finales del periodo. No obstante, consideramos que la fortaleza de algunos fundamentales, tales como el empleo y las remesas, en conjunto con mejorías adicionales en el crédito pudieron haber limitado la disminución”.

Por lo tanto, prevén que “la demanda doméstica mantenga una tendencia de recuperación, aunque posiblemente más modesta en 2S21”.