La cartera de crédito vigente de la banca comercial en México, correspondiente a Pequeñas y medianas empresas (Pymes), registró una caída anual real de 11% en junio, para sumar 45 meses de contracciones.

En términos de monto, la cartera vigente registró 372 mil 227 millones de pesos (mdp), una disminución de 46 mil 64 mdp, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Por sector económico, el crédito al comercio fue el más afectado, con un desplome en la cartera en los últimos 12 meses de 17 mil 279 mdp.

El sector de la construcción registró una caída de 5 mil 116 mdp, y los servicios profesionales y técnicos presentaron una reducción de 4 mil 795 mdp.

En tanto, los bancos con mayores contracciones en la cartera vigente de créditos a Pymes fueron Santander, con 20 mil 983 mdp, y Banamex, con una disminución de 11 mil 198 mdp.

Así, el 69.9% de la caída anual en la cartera vigente de Pymes se concentró en estos dos bancos, que son también los que cuentan con mayores carteras en el segmento.

El crédito vigente a grandes empresas registró una caída anual real de 20.5%, al pasar de 2 billones 267 mil mdp a un billón 802 mil mdp.

En el caso de las grandes compañías, la caída es mayor debido a que en los primeros meses de la pandemia las empresas tomaron líneas de crédito ante la incertidumbre económica.

En total, la cartera vigente de crédito a empresas, incluidos fideicomisos, fue de 2 billones 472 mil mdp de pesos, un 18.8% menos respecto a junio del 2020.

La disminución está asociada con una contracción en la demanda de créditos y también en la oferta de los mismos, consideró Héctor Magaña, coordinador de Análisis del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.

“Las empresas todavía no cuentan con la solidez financiera que tenían previo a la pandemia, por lo que en vez de adquirir préstamos para mejorar su infraestructura o para incrementar sus materias primas, están haciendo uso de sus inventarios u ahorros”.

Añadió que conforme se presenten mejoras en su ciclo de efectivo podrían recurrir a futuros financiamientos, de acuerdo con una información de Reforma.

En el caso de la oferta, explicó que los bancos al ver una capacidad menor de pago y al observar que las empresas todavía se encuentran en una etapa de recuperación, están siendo muy cuidadosos con el perfil de riesgo de sus clientes.