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Los precios cierran con 23.29 dólares mensuales, por metro cuadrado, para espacios clase A; reportando un ajuste a la baja de 34 centavos de dólar.

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El mercado inmobiliario de oficinas en la Ciudad de México se sigue caracterizando por sobre oferta que ha determinado una moderada tendencia a la baja en los precios de renta, así como en menores plazos de los contratos, más negociaciones en moneda nacional y por lo tanto en negociaciones más ventajosas para los nuevos arrendatarios.

Así lo afirmó el reporte trimestral correspondiente al periodo abril-junio de la plataforma Solili.mx, quien señaló que los precios de renta cierran en un promedio de 23.29 dólares mensuales por metro cuadrado para espacios clase A, reportando un ajuste a la baja de 34 centavos de dólar o 1.4% con respecto al 1T 2019; sin embargo, respecto al mismo periodo del año pasado se observa un mayor ajuste a la baja de 1.38 dólares que representa una contracción de 5.6% anual. Solili destacó que en el segundo trimestre culminaron construcción nueve edificios que totalizan 86 mil m² de inventario nuevo, de los cuales el 93% son clase A.

Las tres edificaciones de mayor metraje, que superan los 23 mil m² cada una, se encuentran situadas en los corredores de Santa Fe, Insurgentes y Polanco y se incorporaron a inventario 100% vacantes. Un solo edificio ingresó ocupado con un área de 7 mil m² sobre el corredor Insurgentes. Asimismo, cuatro nuevas edificaciones iniciaron construcción, sumando en total poco más de 14 mil m² de área neta rentable. La mitad del metraje se ubica en el corredor de Lomas Palmas, y el resto entre Insurgentes y Periférico Sur.

Por lo que respecta a la construcción de corporativos en la ciudad, continúa dinámica y cierra el trimestre con un total de 1.56 millones de m². Los corredores de Insurgentes, Polanco y Reforma en conjunto suman 58 construcciones, siendo así los corredores con la mayor actividad. La tasa de vacancia incrementó en el periodo en poco más de 30 puntos base, cerrando en 12.7%. Dos factores influyeron a que este comportamiento se diera, el primero fue el alto número de metros vacantes que agregaron al inventario provenientes de los nuevos edificios recién culminados y el segundo la desocupación, especialmente en espacios clase B.