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Las compañías minoristas en México están expuestas a la volatilidad del peso frente al dólar, lo cual está compensado por las ventas en dólares e instrumentos de cobertura. Las empresas que, por medio de incremento en precios, son capaces de trasladar al cliente final los costos mayores, están mejor posicionadas para enfrentar un impacto negativo en sus créditos. No obstante, precios más elevados podrían afectar su volumen de ventas.

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Por lo anterior, una desaceleración en la economía mexicana como resultado del cese del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), podría afectar las ventas y rentabilidad del comercio minorista, aunque los cambios serían manejables para estas empresas, según dio a conocer la calificadora Fitch Ratings a través de un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Históricamente, el índice de morosidad (cartera vencida mayor a 90 días) del sector minorista se ha incrementado durante períodos económicos desfavorables que suman además caída en el consumo. Pero Fitch no prevé un impacto material en el perfil crediticio de estas compañías puesto debido a sus bajos niveles de cartera vencida.

Empresas como El Puerto de Liverpool y Elektra presentaron un índice de morosidad de 3.3%, por lo que la calidad crediticia de su portafolio podría ser manejable. En tanto que para Grupo Famsa, que a diciembre de 2016 presentó un índice consolidado de 11.2% de préstamos vencidos mayores a 90 días, podría mostrar un deterioro en su portafolio crediticio y en su flujo de caja.

En general, se pronostica estabilidad en el sector minorista latinoamericano durante 2017, derivado de crecimientos de un dígito en los ingresos y una rentabilidad relativamente estable. Para 2017, Fitch no anticipa fusiones y adquisiciones importantes, ya que las compañías están enfocadas en integrar las adquisiciones realizadas en 2016 y lograr mayor eficiencia operativa, además que no prevé reducción significativa en su apalancamiento.