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‘Urban Sequoia’ integra diseño, naturaleza y tecnología.

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A lo largo de la 26° Conferencia de las Nacionales Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), las propuestas han sido diversas. En esta ocasión, Skidmore Owings & Merrill (SOM) presentó cómo la arquitectura podría ir más allá del cero neto para crear edificios con carbono negativo.

‘Urban Sequoia’ es un concepto que busca que los edificios y su contexto urbano absorban carbono a un ritmo sin precedentes. En este sentido, SOM ha desarrollado el primer paso para lograr este objetivo a gran escala, con un prototipo de edificio de gran altura.

El rascacielos se construiría utilizando biomateriales que almacenen carbono, como el cáñamo y la madera, además de tecnologías de captura directa de aire, con la finalidad, según la firma, se captar hasta un 400% más de carbono en el transcurso de los 60 años de vida útil del edificio.

Este carbono capturado podría venderse para usos industriales, y así convertirse en productos, creando una “economía de eliminación de carbono. El poder de esta idea es lo alcanzable que es”, señaló Yasemin Kologlu, directora de SOM.

En tanto, algas y biomasa serían cultivadas dentro del edificio, con el objetivo de convertirlos en biocombustibles para automóviles, aviones, calefacción, entre otros usos.

Yasemin continuó: “Nuestra propuesta reúne nuevas ideas de diseño con soluciones basadas en la naturaleza, tecnologías de absorción de carbono emergentes y actuales, integrándolas de formas nunca vistas en el entorno construido”.

De acuerdo con un comunicado emitido por la firma, la necesidad de transformar el entorno construido es clara, toda vez que el sector de la construcción genera casi el 40% de todas las emisiones globales de carbono.

Entonces, a medida que las poblaciones urbanas continúen creciendo en las próximas décadas, estudios estiman que se necesitarán otros 230 mil millones de metros cuadrados de nuevos edificios para 2060.

Chris Cooper, socio de SOM, explicó: “Estamos evolucionando rápidamente más allá de la idea de ser neutros en carbono. Ha pasado el tiempo de hablar de neutralidad”.

Por su parte, Kent Jackson, igualmente socio de SOM, siguió explicando la estrategia: “Este es un camino hacia un futuro más sostenible. Imaginen un mundo en el que un edificio ayuda a sanar el planeta. Desarrollamos nuestra idea para que pueda aplicarse y adaptarse para satisfacer las necesidades en cualquier ciudad del mundo”.