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Para proponer soluciones arquitectónicas a las personas mayores hay que conocer qué es lo que ellos desean. 

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Los retos globales como el cambio climático y el envejecimiento de la población han obligado al sector de la arquitectura a presentar proyectos en la actualidad que cumplan y satisfagan esas problemáticas.

Los arquitectos están diseñando edificios más sostenibles, respetuosos con el medio ambiente y con un consumo energético próximo a cero, pero también están promoviendo soluciones que permitan a las personas mayores vivir cómodamente.

Para proponer soluciones arquitectónicas a las personas mayores hay que conocer qué es lo que ellos desean. 

De acuerdo a un artículo publicado por Marc Trepat Carbonell, arquitecto y Socio director de B\TA Artistic, Technical & Social Architecture, en España, se han diseñado residencias como si se tratara de edificios híbridos entre hoteles y hospitales, espacios terriblemente institucionales y muy alejados de lo que todos entendemos como un hogar.

Este tipo de residencias españolas es un modelo arquitectónico muy alejado en su concepción de otros países, especialmente los del norte y el centro de Europa en los que desde hace tiempo se aplica, con distintas características, el de atención centrada en la persona (ACP). 

Siendo los modelos nórdicos espacios comunes mucho más pequeños y habitaciones individuales mucho mayores, que se encuentran distribuidos en unidades de convivencia muy pequeñas, de entre 8 y 20 personas como máximo.

Asimismo, los modelos de Alemania y Holanda se parecen mucho a los nórdicos, con unidades de 15 a 20 personas, desarrolladas con diferentes unidades por planta y algunas habitaciones dobles.

El arquitecto también menciona en su estudio que el modelo norteamericano, está basado en edificios de apartamentos para personas sin dependencias (independent living) en los que la existencia de muchos espacios compartidos que generan una vida en comunidad muy eficaz.

Resalta que en el modelo residencial americano también hay en cada uno de los edificios unidades pequeñas para personas asistidas (assisting living) e incluso unidades para personas con demencias (memory care).

Mientras tanto otro modelo ventajoso para las personas de a tercera edad es el conocido como "cohousing", nacido en Dinamarca cuya base es la autopromoción y autogestión del conjunto desde el primer minuto.

Todos estos espacios son creados para las personas mayores, ya que está demostrado que los espacios que favorecen los estímulos positivos mejoran el estado de ánimo de los individuos y reducen de forma significativa el uso de los fármacos.

Es por eso que Marc Trepat Carbonell, indica que "tenemos que ir pensando de inmediato en conseguir residencias distribuidas en unidades de convivencia más pequeñas y organizar los edificios para que los equipos de atención puedan atender a cada unidad sin incrementar el personal ni los costes de forma excesiva. Para ello es necesario crear varias unidades por planta que permitan distribuir a los residentes según sus necesidades, pero que generen espacios más pequeños y flexibles que faciliten en la medida de lo posible la intimidad de las personas".

"Hemos empezado a hacerlo. Pero la pregunta es si serán así las residencias para las futuras generaciones de personas mayores. Y la respuesta es que no, o no totalmente. En el núcleo familiar de mis padres convivían bajo un mismo techo tres generaciones. La generación de quien esto escribe ya no ha convivido con sus padres, aunque sí se ha encargado de ellos, bien multiplicando horarios, bien buscando personas de compañía. Cuando nosotros seamos mayores, no sabemos dónde vivirán nuestros hijos, si es que los tenemos, y probablemente seremos nosotros los que decidamos que no queremos que nos cuiden", puntualizó.