Después del incendio del pasado 15 de abril, en la Catedral de Notre Dame de París, autoridades reportaron caídas de piedras durante la reciente ola de calor que azotó Francia; situación por la cual, la estructura sigue corriendo el riesgo de derrumbarse. Así lo advirtió el gobierno francés.
Por su parte, el Ministerio de Cultura de Francia subrayó la necesidad urgente de retomar las obras para consolidar la estructura de la catedral, que fueron suspendidas el 25 de julio por temores sobre la exposición de los trabajadores a residuos de plomo.
El incendio de la catedral, el 15 de abril, provocó que varias toneladas de plomo contenidas en la aguja y el techo del edificio se fundieran y se dispersaran en forma de partículas en la atmósfera. Ante esto, las autoridades iniciaron labores para limpiar el plomo en los alrededores de Notre Dame de París, una medida tomada demasiado tarde según los críticos.