La modernización implica la actualización y optimización de sistemas, procesos y herramientas tecnológicas, cada vez más eficientes, productivos y competitivos. Esta evolución incluye la adopción de herramientas como la inteligencia artificial, la computación en la nube y la ciberseguridad, entre otras.
Si bien es cierto que pudiera parecer que quienes trabajamos diariamente con archivos de datos o procesadores de textos nos encontramos en transición hacia una era digital, pero la realidad es que desde hace tiempo operamos en un entorno digital, a través de mensajes de datos, los cuales se traducen al mundo físico mediante la impresión en papel.
Un ejemplo ilustrativo de este fenómeno son los “CFDI” (Comprobantes Fiscales Digitales por Internet), cuya naturaleza intrínseca reside en ser mensajes de datos en archivos “.xml”, de los cuales se imprime una representación en papel, aunque su origen sea digital, como quedó indicado.
De manera similar, los archivos que se elaboran en procesadores de texto en formato “.doc” se elaboran en un entorno digital y, en la mayoría de los casos, se imprimen en papel para su lectura y circulación.
Es imperativo que los archivos electrónicos se sometan a un proceso de verificación de autenticidad para asegurar su integridad y validez. La ciberseguridad, en particular la ciberseguridad notarial, se erige como un conjunto de prácticas y tecnologías esenciales para proteger sistemas, redes y datos sensibles, los cuales implican consideraciones informáticas, pero naturalmente legales también.
La gestión de datos es una tarea sumamente delicada, especialmente en el ámbito notarial, donde la confidencialidad y la protección de la información son primordiales. Las amenazas digitales, como el “phishing”, el “ransomware” (que exige un pago), el “malware” y el robo de identidad, representan un riesgo constante para la seguridad de los datos.
La necesidad de una actuación digital notarial es inminente. En países como Alemania, con su sistema federal notarial, se han logrado implementar soluciones digitales de manera exitosa. México viene trabajando de manera constante en ello, con un reto adicional, dado que la materia notarial es de competencia local; sin embargo, en la actualidad, varias entidades ya contemplan en su regulación la contratación electrónica, e incluso algunos ya consideran la posibilidad de una actuación digital notarial, por lo que, en este sentido, queda pendiente la implementación de la infraestructura digital necesaria para la aplicación de la Ley, lo cual se logrará mediante los trabajos que se vienen realizando.
* Notario