|  

Este auge también enfrenta retos que exigen innovación y una visión estratégica que garantice sostenibilidad y competitividad.

1 No me gusta0

México ha alcanzado una posición privilegiada en el panorama de la aviación privada global. Con una flota cercana a las 2,000 aeronaves, el país ocupa el segundo lugar mundial, solo detrás de Estados Unidos, consolidando su relevancia en el sector.

 

Este liderazgo se atribuye en gran medida a su ubicación estratégica y a un mercado en constante crecimiento.

 

La ubicación geográfica de México, que conecta América del Norte, Centroamérica, Sudamérica y Europa, es uno de los pilares de su éxito en la aviación privada.

“México tiene una ubicación privilegiada que lo convierte en un nodo clave entre mercados internacionales”, señaló Víctor Nava, CEO de Alea Digital Group. En los últimos años, la compra y renta de jets privados ha mostrado un crecimiento significativo, alcanzando un aumento del 20% en 2024.

Para 2025, las proyecciones son igualmente prometedoras, lo que refuerza el atractivo del sector para un segmento exclusivo de consumidores.

Innovación tecnológica y sostenibilidad: Los pilares del futuro

 

La sostenibilidad y la tecnología han emergido como ejes fundamentales para el desarrollo de la aviación privada en México. “La sostenibilidad no es solo una tendencia, es una prioridad. Creemos que el futuro de la aviación privada debe ser amigable con el medio ambiente”, destacó Nava.

 

Destacan entre las innovaciones los sistemas de navegación avanzada y plataformas digitales para la gestión de vuelos, herramientas que permiten a las empresas ofrecer servicios personalizados y adaptados a las altas expectativas de sus clientes.

 

 

Accesibilidad mediante modelos de renta

No obstante que menos del 1% de la población tiene acceso a la compra de jets privados, la renta de horas de vuelo está democratizando el acceso a este tipo de transporte. Este modelo permite que corporativos y empresas reduzcan costos operativos sin sacrificar exclusividad.

Además de las innovaciones tecnológicas, los modelos de jets privados compartidos están transformando la percepción de la aviación privada en México. Esquemas como el “pool” de inversionistas, donde varias personas o empresas comparten la propiedad de una aeronave, están reduciendo significativamente las barreras económicas de entrada.

Este modelo no solo disminuye los costos operativos, sino que ofrece acceso garantizado a un jet privado, alineándose con las necesidades de empresarios que valoran el tiempo y la movilidad personalizada.

 

Finalmente, el potencial de México para consolidarse como líder en la aviación privada es innegable, pero su desarrollo dependerá de la capacidad de las empresas para abordar los retos económicos y regulatorios, al tiempo que integran prácticas sostenibles y tecnología de punta.