En medio de la incertidumbre mundial, Rusia dio un gran paso para acelerar la producción de su vacuna, a la cual bautizó como Sputnik V, y que fue, al mismo tiempo, la primera en ser registrada en el mundo, el 11 de agosto de 2020.
Sin embargo, la falta de datos sobre su composición generó escepticismo desde su implementación.
En febrero de 2021, la revista científica The Lancet le dio el espaldarazo al publicar los resultados de la tercera fase de ensayos, que mostraban que la Sputnik V era una de las vacunas más eficaces del mundo, con un 92%.
Por su parte, el Fondo Ruso de Inversión Directa (conocido como RDIF, por sus siglas en inglés), que comercializa la vacuna, dio a conocer que 69 países autorizaron su uso, entre ellos, México, con lo que Rusia firmó contratos por 130 millones de dosis. Incluso, Marcelo Ebrard hizo gestiones para acelerar su dotación a México.
Sin embargo, una investigación de la BBC reveló que en diversos países, Rusia ha entrado en una etapa de poca entrega, entre las que destacan los casos de Irán, que de 62 millones de dosis, solo ha recibido dos; Ghana, que de 20 millones, solo ha recibido 20 mil; o México, que de un pedido de millones de dosis, solo ha recibido poco más de tres millones.
Lo anterior, con un octavo embarque de Sputnik V que sumó la entrega de tres millones 700 mil dosis recibidas, de un total de 24 millones de vacunas que arribarán a nuestro país de esta farmacéutica, con datos a junio de este año.
Componente aparte
Otra de las dificultades que enfrenta su aplicación, es que esta consta de dos componentes distintos en cada aplicación.
Precisamente este es el problema que presenta Argentina, que fue el primero en el mundo -junto con Bielorrusia- en utilizar la Sputnik V en diciembre de 2020.
Esa nación ha recibido más de la mitad de los 20 millones de dosis que adquirió, pero, de ese número, cerca de dos tercios fueron del primer componente, con el que inoculó a 9 millones de ciudadanos.
Sin embargo, menos de 2.5 millones han completado a cabalidad el esquema de vacunación.
Actualmente, más de 6 millones de argentinos esperan el segundo componente y más de un millón de personas ya rebasó el máximo de tres meses recomendado para la aplicación de las dos dosis.
Situación similar se presenta en México, Guatemala, Bolivia, Honduras, Paraguay y Venezuela.
Empresas rusas que fabrican la vacuna señalaron a Reuters que el hecho de usar dos vectores o componentes diferentes para las dos dosis complica su fabricación.
"Es bastante difícil de hacer y hay que fabricar dos diferentes", explicó el director ejecutivo de Biocad, Dimitry Morozov, cuya compañía fabrica la Sputnik V.
Con información de la BBC y El Financiero.