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Las empresas están buscando nuevas fuentes de abastecimiento y están viendo a México, como el sustituto natural de proveeduría que venía de China.

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Expertos consideran que México tiene la oportunidad de fortalecer su presencia en América del norte y aprovechar los acuerdos que tiene con diversos países y regiones -como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) o el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica- y potenciar los esfuerzos para atraer inversión a través del reshoring y nearshoring; ya que las empresas globales buscarán estar más cerca del mercado norteamericano.

En este sentido, los estados del norte del país serán la puerta de entrada para las nuevas inversiones y los desarrolladores industriales tendrán que prepararse para la ola grande de colocación de capitales resultante del T-MEC y de ahí permear hacia el centro de México. Sin embargo, los gobiernos estatales deberán crear y fortalecer incentivos más atractivos; mencionaron durante un encuentro virtual organizado por la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM).

Samuel Campos, director de Newmark Knight Frank (NKF) en la zona Bajío y Kenneth Smith, ex jefe negociador de la modernización del T-MEC, afirmaron que el mundo está inmerso en una tormenta perfecta generada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la coyuntura pandémica actual y la ratificación del T-MEC; tres factores que crearon un entorno completamente distinto para el futuro y para la operación del sector industrial en México.

Apuntaron que al interrumpirse la cadena de proveeduría proveniente de China, el comercio debe diversificarse y establecer mecanismos que garanticen que no se cancelarán pedidos ni se afectará la economía mundial, si alguna nueva crisis vuelve a presentarse. Así, Campos añadió que desde el 2019 comenzó una severa crisis de abastecimiento con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, con una disminución del 17% en las importaciones de manufacturas chinas a EU en un monto de 90 mil mdd, resultando ganadores los otros países asiáticos, que incrementaron sus exportaciones a la Unión Americana en 31 mil mdd. México, en el mismo periodo, aumentó sus exportaciones a Estados Unidos en 13 mil mdd.

Por ello, las empresas están buscando nuevas fuentes de abastecimiento y están viendo a México como el sustituto natural de proveeduría que venía de China y se han dado cuenta que producir en México, además de costos, temas laborales y utilizar menos capital de trabajo, les implica un 75% menos en su tiempo de llegada del producto a sus operaciones; indicó el especialista de NKF en un comunicado.

Por su parte, Smith señaló que es importante que México logre convencer a Estados Unidos que gracias al T-MEC  y la fortaleza que éste genera en materia de cadenas de producción en la región, el país  garantiza su lugar  en el  perímetro de la producción de América del norte. “Y que las empresas estadounidenses, canadienses o de cualquier parte del mundo que inviertan en México, no es offshoring, es  nearshoring; es  formar  parte de esta comunidad norteamericana que va a ayudar a fortalecer la competitividad de  la región”.