De acuerdo con información de la Asociación de Bancos de México (ABM), entre la Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Querétaro se concentra poco más de la mitad de la cartera hipotecaria.

La concentración del crédito a la vivienda en estas entidades se debe a su desarrollo económico, la infraestructura avanzada, las oportunidades laborales y el apoyo gubernamental, además de la oferta de vivienda nueva y usada que hay. Todos estos factores crean un entorno propicio para la adquisición de vivienda mediante créditos hipotecarios.

En opinión de Enrique Margain, director ejecutivo de Préstamos a Particulares de HSBC, un elemento fundamental es la morosidad que se puede observar en cada entidad federativa, porque vemos estados con un nivel muy inferior a la media, que es de 2.69%, por lo que la calidad crediticia es un aspecto fundamental para impulsar el crédito en sus diferentes geografías.

Indicó que esto define el apetito de riesgo por estar en cierta entidad, así como los financiamientos máximos que se otorgan respecto al valor de la propiedad.

Cabe señalar que, con excepción del Estado de México, que hasta abril reportó un índice de morosidad del 3.41%, las otras cuatro entidades destacadas por su colocación se ubican por debajo de la media: Nuevo León con 1.3%, Querétaro con 1.74%, en la Ciudad de México 2.35% y Jalisco con 2.61 por ciento.

Analistas del mercado hipotecario y la vivienda destacan que la mayor demanda de vivienda se concentrará en donde hay mayor oferta laboral, por lo que destacan las tres grandes ciudades del país, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, además de un par de centros industriales adicionales como lo son el Estado de México y Querétaro.

Estas cinco entidades, más centros turísticos como Quintana Roo y Baja California, además de Guanajuato, Chihuahua y Sinaloa, representan el top ten del crédito hipotecario que otorga la banca.

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