Debido a la falta de recursos, una mala planeación financiera o incluso el contexto de inflación y alza en tasas de interés que podrían continuar en el 2023, pueden desmotivar a cualquiera de tener un patrimonio propio, como comprar una casa.
Independientemente de los factores externos que pudieran presentarse, la realidad es que no existe un mejor momento para comprar una casa, lo más importante es identificar si estás en el mejor momento a nivel personal y si tu situación financiera lo permite.
Como es una decisión importante en tu vida, es necesario considerar que existen diferentes tipos de financiamiento que pueden ayudarte a concretar esta meta, como los créditos hipotecarios, sin embargo, conocer el estado de tu situación financiera te ayudará a ahorrar miles de pesos en la compra de tu hogar.
1. Calcula tu capacidad de endeudamiento.
Uno de los principales factores que impiden a las personas adquirir un crédito hipotecario son las deudas, pues entre mayor sea el compromiso que se adquiere con otras instituciones, menor será la probabilidad de ser sujeto de crédito. Una forma de conocer tu capacidad de endeudamiento es restar los gastos fijos a tus ingresos y el resultado multiplicarlo por 0.35, la cantidad obtenida es el monto que puedes disponer para endeudarte sin poner en riesgo tus finanzas personales. Tu capacidad de pago para una hipoteca puede disminuir si no cuidas el uso de las tarjetas de crédito, los préstamos personales o incluso adquirir productos a meses sin intereses y con ello reducir las posibilidades de conseguir un buen crédito que alcance para comprar el hogar deseado.
2. Ahorra con la regla 50-30-20.
El primer paso para dar el enganche que te permita comprar una casa es el ahorro, ya que por lo general, las instituciones financieras tienen como requisito cubrir el 20% del costo total de la casa para tener un crédito más barato. Si bien, hay instituciones que pueden prestarte el costo total de la propiedad que deseas, a largo plazo puede resultar contraproducente para tus finanzas por el interés que tendrás que pagar. Por ello, es mejor ahorrar con la regla 50-30-20, es decir, el 50% de los ingresos destinarlos para cubrir necesidades básicas, 30% para gastos prescindibles pero que aumentan la calidad de vida como actividades de ocio o vacaciones y el 20% destinarlo al ahorro.
3. Aprende a invertir.
Tener una fuente fija de ingresos es importante para aumentar las posibilidades de conseguir financiamiento por parte de las instituciones, pero conocer otras herramientas de inversión puede ayudarte no solamente a generar ingresos por tu dinero, sino además protegerlo de la inflación, lo que hace que no pierda valor con el tiempo.
4. Genera ingresos extras.
Además de un empleo fijo, puedes encontrar otras fuentes de ingreso sin necesidad de invertir mucho dinero, usa tus habilidades y talento y encuentra aquello que te guste para explotarlo sin que se vuelva una tarea pesada. Como el crear cursos para venderlos en internet, da clases en línea, comercializa tus pasatiempos (vender tus pinturas, empezar un canal de Youtube o incluso crear un podcast).
5. Conoce tu nivel de financiamiento.
Para saber el dinero que podrás utilizar para comprar tu casa, es crucial conocer el nivel de financiamiento que pueden otorgarte las instituciones financieras. En la actualidad existen instituciones certificadas en México, como los brókeres hipotecarios, que hacen un análisis del crédito que pueden otorgarte los bancos para comprar casa. Una vez que conoces el monto de crédito que tienes disponible, podrás tomar mejores decisiones financieras pues eso hará la diferencia entre comprar una casa más grande y con mejores amenidades o comprar otra que, aunque sea más barata, no se adapte a tus necesidades.
Recuerda que con disciplina financiera y una asesoría profesional adecuada, podrás cumplir esa meta de tener una casa propia y de paso ahorrar en el camino.
