Uno de los mayores retos que atraviesan en la actualidad las grandes ciudades, es mantener y optimizar su ritmo de desarrollo sin sacrificar la movilidad, seguridad y bienestar de sus habitantes.
Ejemplos de malas políticas públicas del pasado para evitar este problema, los podemos ver en las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Querétaro o Puebla.
Hace pocos años, las autoridades de todas éstas comenzaron a buscar soluciones que resolvieran el problema de movilidad que día a día aumenta, y que sólo se podrá alcanzar con la definición, e implementación, de políticas públicas adecuadas, e inversión para ofrecer un adecuado sistema de transporte público, acorde a las necesidades que impone el crecimiento demográfico a futuro.
En algunos diagnósticos simplistas y sin sustento, se suele culpar a la oferta de espacios de estacionamientos como uno de los principales responsables de la mala movilidad que existe en las ciudades. Fruto de estos diagnósticos, hoy existen iniciativas en algunas entidades del país, e incluso una en el Senado de la República, que pretenden hacer obligatorio el que las plazas comerciales, oficinas, hospitales, escuelas y otros establecimientos mercantiles ofrezcan el servicio de estacionamiento de forma gratuita.
Es cierto que, de entrada, esta medida resulta atractiva para la mayoría. Sin embargo, en la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), realizamos un estudio profundo en donde encontramos que puede traer consigo efectos regresivos e implicaciones muy negativas en materia social, ambiental y económica, ya que lejos de atacar la raíz el problema de movilidad, podría incluso agravarlo.
Efectos en la movilidad
De aprobarse estas iniciativas, tan solo en la Ciudad de México, un gran número de personas que hoy se trasladan por otros medios de transporte público (metro, metrobús, camión, bicicleta, etc.), comenzarían a utilizar su automóvil para viajes cortos y medianos, lo que “activaría” entre 315 mil y 860 mil automóviles, empeorando la situación de los congestionamientos vehiculares que hoy ya padecemos.
A corto, mediano y largo plazo, esto provocaría que los estacionamientos –con carácter de gratuitos–, y las calles aledañas a los establecimientos se congestionen, generando mayor concentración y tráfico a sus alrededores, lo que de entrada provocaría fuertes problemas de contaminación, seguridad y falta de espacios para los vecinos aledaños de los distintos centros mercantiles, debido a la intensa afluencia vehicular.
Las iniciativas propuestas tampoco consideran que la medida representa un subsidio directo al automóvil, al fomentar su uso y generar una mayor cantidad de contaminantes atmosféricos, los cuales repercutirán negativamente en la salud de los ciudadanos. Solo en este año, los habitantes de la Ciudad de México vivimos una crisis ambiental por los altos índices de contaminación que obligaron a las autoridades a decretar una contingencia ambiental por nueve días. Es de esperarse que, con más automóviles circulando diariamente, las contingencias ambientales sean más recurrentes en las grandes urbes.
Impacto económico
Es importante también considerar que los estacionamientos son una importante fuente de trabajo a nivel nacional, al generar alrededor de 31 mil empleos directos –entre personal de mantenimiento, limpieza, seguridad y operadores–. La obligación de gratuidad de los estacionamientos, en primera instancia, implicaría el despido de muchos de estos trabajadores, pero también desincentivaría la fuerte inversión que los establecimientos comerciales destinan a ellos, por la simple razón de que ya no serían rentables para las empresas, lo que probablemente ocasionaría un aumento en los índices delictivos en cuanto a robo de vehículos y objetos dentro de éstos.
Desde un punto de vista económico, implementar la gratuidad de estacionamientos, implicaría que el Gobierno Federal deje de recibir anualmente cerca de 19 mil 500 millones de pesos por ingresos tributarios. Para ponerlo en perspectiva, con ese dinero se podría cubrir todo el gasto programable de la Secretaría de Cultura o de los servicios de guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por lo que prescindir de éste afectaría la calidad de los servicios o programas sociales del gobierno; sin mencionar que uno de los mayores retos que tiene esta administración es el de la recaudación tributaria.
Políticas públicas adecuadas
En la ADI, entendemos que el Congreso de la Unión esté buscando solucionar el problema de movilidad de las grandes ciudades en el país, pero lograrlo implica desarrollar políticas públicas que incentiven a la población a usar otros medios de transporte, por lo que también es fundamental que exista una fuerte inversión en la ampliación y el mejoramiento de los servicios de transporte público, visualizándolos a futuro y no sólo con soluciones de corto plazo.
Las distintas opciones de transporte público deben cubrir la ciudad entera, a un costo razonable y de forma rápida, ofreciéndolas a los ciudadanos como una mejor alternativa al automóvil para realizar trayectos cortos y medianos. La intención de volver gratuitos los estacionamientos,, en el mediano y largo plazo, solo provocará mayores problemáticas que las que intenta resolver, por lo que es preciso un análisis más profundo sobre sus implicaciones y muy probables resultados.
Texto Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI)
Foto: Grupo CARSO