A los desarrolladores nos gusta construir, pero hoy enfrentamos el reto de tener la disciplina de no tomar acción. Creo que este es un momento para sentarse, ver el escenario y decir: “en este momento no puedo tomar una decisión porque no tengo la información adecuada”.
Este año se antoja complicado, es probable que varios proyectos saldrán a la venta porque no pudieron soportar la carga financiera (pago de intereses) y no se pudieron rentar correctamente. Visualizo que si los últimos tres años ha sido un mercado de vendedores, es altamente probable que al segundo semestre de este año y en 2018, se vuelva un mercado de compradores.
Hoy debemos ser muy conservadores, medir el crecimiento, e ir a proyectos triple A, o a los centros comerciales más consolidados. Es un momento para comprar lo comprobado y no especular.
Desde un punto de vista financiero, la moneda nacional responde a factores externos como la incertidumbre internacional, y también a factores internos que nos están presionando, lo cual favorecerá al sector exportador; pero si pegan a las tasas de interés, eso preocupa a la gente en el negocio.
Al no estabilizarse las tasas, se hace difícil la planeación financiera y la toma de decisiones de inversión o desinversión, ya que hay poca claridad de cómo vamos a estar en seis meses, y por ende, no sabemos dónde van a aterrizar las tasas de interés de los mercados de deuda; no sabemos a qué cap rate comprar, vender o desarrollar. Si la tasa fija aquí está a 8%, entonces el cap rate debería estar arriba de ese nivel porque de otra manera no sería financiable.
Mucho va a depender del apetito por hacer operaciones que sean 100% equity o jugártela con las tasas de interés y un probable crecimiento en las ventas, pero es un escenario que tuvo Estados Unidos en 2008 y ya conocemos el desenlace.
Apuesta por un mercado interno fuerte
En el mercado inmobiliario tenemos actualmente un mercado de oficinas en la Ciudad de México que presenta a corto plazo una sobreoferta clara, por todo lo que se viene construyendo y por todo lo que se va a incorporar. En el caso particular de los centros comerciales o retail en su conjunto, apostamos a que el mercado interno se fortalezca.
La base instalada se va a ver muy favorecida y también lo que está a punto de abrirse. Los inventarios se van a llenar y las ocupaciones van a empezar a subir un poco hasta los siguientes seis meses.
Es altamente probable que veamos un crecimiento especialmente en las plazas de segmentos B y C, que tienen que ver con artículos de primera necesidad, a diferencia de los de lujo.
Los centros comerciales clase A, muy buenos, seguirán siendo los mejores, pero los que están más débiles o en el mercado secundario, sí habrá problema.
Debemos concentrarnos en mercados donde se tiene una fuerte presencia, léase Guadalajara, Monterrey y algunos destinos turísticos, pero ya no entrar tanto a poblaciones de 100,000 a 200,000 personas. Debemos concentrarnos en nuestra fórmula, aun sacrificando algo de retorno, pero cambiarlo por certeza y seguir basándonos en buenos contratos con nuestros clientes.
Planes a corto plazo
En Planigrupo tenemos programados la apertura de dos centros comerciales este año. Uno junto al Hipódromo, en Naucalpan, en lo que era “El Caballo Bayo”, y lo tenemos con una base de comercialización superior a 80%, aunque todavía faltan seis meses para inaugurarlo, el cual esperamos verlo terminado durante el tercer trimestre del año en curso; otro proyecto es Urban Village, sobre la avenida Garza Sada, en Monterrey, que presenta cerca de 90% de comercialización. Ambos los estamos realizando en lugares prime.
Por ejemplo, Paseo Hipódromo está en el último barrio A y AB que no cuenta con retail, mientras que Urban Village está en la avenida Garza Sada que es la calle comercial más importante de la ciudad de Monterrey, donde vimos una gran oportunidad porque no hay un centro comercial en forma y con un buen anclaje.
Texto:Elliott Bross
Foto: PLANIGRUPO