Por ahora el Real Estate es más un mercado de inversionistas locales, de quiénes pueden realizar sus inversiones en pesos con retornos en la misma moneda, y que tienen un perfil de largo plazo para superar este ciclo de desaceleración.
Hay que tener la capacidad de reducirse y estar listo también para volver a crecer. Los que logren pasar los momentos difíciles son quienes que se podrán volver a levantar.
Todavía no hemos llegado al clímax de lo que somos capaces de hacer en la industria de Real Estate. Tenemos mucho camino por recorrer debido al rezago existente en vivienda, porque México sigue siendo un país donde la clase media está en expansión y que también experimenta el cambio de un bono demográfico creciente a un ritmo de 10 millones de habitantes por década.
Las playas y lugares turísticos costeros en México gozan de gran reconocimiento y fama, no solo en el mercado norteamericano, sino dentro del nacional.
Los grandes retos son oportunidades. Desde nuestra perspectiva como firma de arquitectura, hemos identificado que el mercado inmobiliario se debe adecuar a las necesidades y demandas de los consumidores que encabezan las nuevas generaciones (que en su mayoría son millennials), tomando en cuenta edad, características y estilo de vida.