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Busque el balance entre calidad y precio .

Para llevar a cabo una buena elección a la hora de comprar un inmueble, no basta con considerar sólo el precio y la ubicación, También hay que evaluar una serie de elementos que confluyen en la calidad de la construcción, los materiales usados, los acabados, la iluminación y los espacios, entre otros aspectos.   

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Actualmente, en la Ciudad de Mé­xico, así como en todo el país, existe gran cantidad de desarrollos inmobiliarios en construcción. Estos desarrollos se dividen en diferentes géneros. Desde el punto de vista de la vivienda se clasifican en: de interés social, de nivel me­dio y del tipo residencial, así como según su uso social se habla del segmento de edificios corporativos y del segmento de centros comerciales, donde muchos de éstos se convierten en negocios patrimoniales o de renta.


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En esta ocasión los dos últimos segmentos no serán nuestro tema, aunque las oficinas muchas veces se proponen a la venta y por ello entrarían dentro de lo que a continuación vamos a exponer. Comen­zamos ahora con todo aquello que se vende y todo aquello que es comprable para un consumidor, principalmente en el desarrollo de vivienda. Generalmente un comprador busca un lugar para vivir cuyos principales atractivos sean: la belleza, que sea agradable y cómodo, y la localización. Por ello es muy importante valorar lo siguiente.

Punto de ubicación: comunicación

Respecto de las vías de comunicación y la cercanía de los servicios y el equipamiento urbano (escuelas, bancos, comercios, parques, etc.) implican que a la hora de elegir hay que verificar un uso de suelo habitacional uniforme en el punto. Esto es importantísimo puesto que se puede ocasionar una afluencia vehicular en la calle debido a las condiciones de uso, por ejemplo si hay oficinas, comercios, escuelas o centros religiosos, ya que provocarían que la circulación esté saturada e incluso que la calle sea utilizada como estacionamiento.


David Galker Nates y Alfredo González Rodriguez
Son directivos del grupo constructor inmobiliario


Calidad: valor fundamental

Sin duda alguna, siempre se está a la búsqueda del precio apropiado por esa propiedad que soñamos y que cumple con estas características. Sin embargo, muy pocas personas se fijan en la calidad del producto, es decir, en la calidad de la construcción, los materiales empleados, del proyecto y en todo aquello que le va a dar una verdadera plusvalía al inmueble que están buscando. Y si a la hora de comprar las personas no atienden estos aspectos no realizan una decisión cualitativa de calidad. Las causas que pueden llevar a un comprador a no participar en una decisión de este tipo es el desconocimiento o que habiendo recibido explicaciones pertinentes no las hayan entendido, ya que la gente no tiene por qué conocer este tipo de cuestiones.

Hoy en día es muy importante la calidad para poder valorar una propiedad, tanto en su construcción como en los materiales utilizados, pero también para darle una plusvalía a futuro. La calidad de los productos empleados le darán una mayor vida y mejor rentabilidad. Por eso, cuando analizamos la evaluación de un inmueble nos sorprendemos, porque observamos que algunos tienen valores muy altos, otros presentan valores muy bajos y hay otros que están en rangos que podríamos considerar como normal, se­gún la zona de la que se hable.


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Los compradores o los interesados muchas veces buscan un inmueble por el precio: el precio más bajo, el más económico y el más cómodo para poder adquirir su propiedad, sin importar su nivel socioeconómico. Por eso, es importante que hoy en día el usuario, el comprador, el que va a poner todo su patrimonio para comprar una propiedad con un plan de contado o de financiamiento a 15 o 20 años, o el que va a invertir, o el que va a comprar una propiedad para rentar, tome en cuenta la calidad.

 

Calidad en la construcción

Es muy importante valorar la calidad considerando tres aspectos principales: la calidad de la construcción que sale de sus materiales, la calidad en su ejecución (resultado de cómo fue elaborada dicha obra en todos sus acabados), la calidad del proyecto en      el aspecto funcional, con todos sus espacios útiles y cómodos, con una solución interna, donde a cada área le correspondan iluminación y ventilación, aprovechamiento de circula­ciones, clara división de los espacios íntimos con los sociales, concentración de núcleos sanitarios (y, en general, valorar los metros cuadrados destinados a áreas comunes y su relación con las áreas privadas y el equilibrio entre ambas, para determinar a futuro el gasto de mantenimiento que esto implica, en el caso de desarrollos bajo el régimen de condominio). 

Y para poder valorar mejor estos espacios deben contar con áreas amplias, para poder colocar adecuadamente los muebles, disponer de cómodos abatimientos de puertas, buenas alturas, excelente iluminación y ventilación, que el aluminio y el vidrio empleados sean de excelente calidad, verificar la calidad del piso instalado, el tipo de estructura y de cómo fue solucionada. Todo esto es fundamental porque es imprescindible considerar las instalaciones eléctrica, hidráulica y sanitaria, el aire acondicionado, la detección de humos y el servicio contra incendio, debiéndose revisar que todas estas instalaciones hayan sido desarrolladas y colocadas con una inmejorable calidad de los equipos y materiales empleados.

Todos estos elementos considerados de manera cualitativa le permitirán realizar una elección consciente, segura, bien orientada con los fines que el comprador decida y de este modo se estará comprando lo mejor, con lo cual se logrará mayor vida del inmueble y mayor plusvalía, puesto que con el mantenimiento adecuado la propiedad asegura desde su calidad constructiva que la duración será mucho mayor.

Es muy importante tomar en cuenta si el edificio cuenta con planta eléctrica de emergencia, si hay cisternas para que den el abastecimiento necesario de agua y energía a todo el inmueble, cuál es la solución planteada en el proyecto respecto     de sus elevadores, así como el número de equipos instalados, etc. Es decir, hay que valorar cantidad y calidad de los servicios con los que se cuenta.



Por ejemplo, hablando del segmento residencial, hoy en día los departamentos poseen áreas de spa, o áreas de convivencia, como cines, salones de fiestas, minisuper, salones de belleza, cajeros automáticos, albercas (descubiertas o cubiertas) o canchas de tenis. Cabe señalar que cuando uno compra un departamento a ese nivel no hay que olvidar un factor que es básico considerar: el mantenimiento. Este es un aspecto que influye mucho en la vida del inmueble y en muchas ocasiones los compradores no se fijan en él porque desconocen su importancia.

Mantenimiento Adecuado y justo

Hay desarrollos donde el mantenimiento se convierte en algo cómodo, en los que además de tener un inmueble de calidad y con una agradable utilización de áreas comunes, el mantenimiento no representa un gasto importante. Sin embargo, en el nivel medio y residencial, y principalmente en este último, hay muchos desarrollos con costos muy altos, que plantean de manera desproporcionada su gasto mensual de mantenimiento, con primas adicionales anuales. Es necesario atender este aspecto, pues el usuario incurrió en un gran gasto al adquirir el inmueble, y si a la hora de ir a vivir en esa propiedad estos servicios son muy elevados puede determinar vender de inmediato y elegir la compra de otro inmueble cuyos gastos mensuales de mantenimiento no sean tan elevados o tengan la proporción razonable. Al tomar la decisión de adquirir un inmueble este es un aspecto que debe su­marse a los puntos señalados con anterioridad para una buena elección.

Visto de otra manera, el desarrollador debe dejar de buscar sólo el negocio y debe ofrecer productos cada vez más có­modos, con mejores soluciones, y pensar en el bienestar y en la buena inversión del comprador del bien, es decir, debe considerar todos los elementos expuestos.

Estamos en un mercado inmobiliario cada vez más competido, que debe entregar a sus clientes la mejor opción y el me­jor producto, por ello se debe cuidar cada uno de todos estos aspectos a la hora de tomar decisiones como desarrolladores, aun­que todos sabemos que hay muchos que no lo toman en cuenta.

Por ello, estos comentarios están dirigidos y enfocados a los usuarios finales, que compran un inmueble para vivir, o como inversión, para que todos aquellos que hacen su trabajo de manera profesional y responsable tengan el éxito merecido, y para que quienes no quieran aceptar estas obligaciones profesionales queden fuera del mercado. De esta forma lograremos tener un mercado competitivo.

La calidad de una propiedad, vista desde todos estos puntos de vista y factores, debe determinar la decisión de la compra de una unidad residencial. Quienes están buscando adquirir una vivienda, una casa o un departamento, deben tener muy presente que en el momento de tomar la decisión final no pueden pasar por alto la necesaria evaluación de la calidad del producto que les están ofreciendo.