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El turismo cultural en México vive un momento de auge. Entre enero y julio de 2025, millones de viajeros nacionales y extranjeros eligieron museos y zonas arqueológicas como sus principales destinos, impulsando tanto la preservación del patrimonio histórico como la economía de las comunidades locales.

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Entre enero y julio de 2025, los museos y zonas arqueológicas de México recibieron más de 12 millones de visitantes, una cifra que confirma la fuerza del turismo cultural como motor económico y social del país.

 

De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo (Sectur) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los museos concentraron 6.8 millones de asistentes, un aumento de 19.3% respecto al mismo periodo de 2024 y 2.8% por encima de lo registrado en 2019, antes de la pandemia.

 

La titular de Sectur, Josefina Rodríguez Zamora, destacó que el 89% de los visitantes a los museos fueron nacionales y 11% extranjeros. Entre los recintos más concurridos se encuentran el Museo Nacional de Antropología, que concentró casi la mitad del total de visitas (45%); el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, con 23%; y el Museo del Templo Mayor, con 4 por ciento. En conjunto, estas tres instituciones reunieron 4.9 millones de personas.

 

 

En cuanto a las zonas arqueológicas, la afluencia fue de 6 millones de visitantes en el mismo periodo, lo que representa un incremento de 3.5% anual. A diferencia de los museos, aquí la proporción de visitantes extranjeros es mayor: 37% del total.

 

Los sitios más visitados continúan siendo referentes del turismo arqueológico en México: Chichén Itzá, con 1.4 millones de asistentes; Teotihuacán, junto con su Museo de Sitio, con 995 mil; y Tulum, con 930 mil. Estas tres zonas concentran más de la mitad del total de visitas registradas a nivel nacional.

 

Rodríguez Zamora subrayó que tanto los museos como las zonas arqueológicas cumplen una doble función: Preservan y difunden el patrimonio histórico, mientras generan derrama económica en las comunidades cercanas a través del gasto turístico, la creación de empleos y el fortalecimiento de la identidad cultural.

Con estas cifras, México refuerza su posición como uno de los destinos más relevantes del turismo cultural en el mundo, en un momento en que la integración de experiencias históricas y arqueológicas es clave para la diversificación de la oferta turística del país.