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El viajero mexicano cierra 2025 con decisiones más informadas y orientadas al valor, priorizando experiencias, trato directo con hoteles y mayor comodidad.

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El comportamiento del viajero mexicano muestra una evolución clara hacia decisiones más conscientes, informadas y enfocadas en el valor de la experiencia. Así lo confirma el Changing Traveller Report 2026 de SiteMinder, que posiciona a México como uno de los mercados más dinámicos a nivel global en tendencias de viaje y adelanta un 2026 marcado por elecciones más estratégicas y personalizadas.

Uno de los cambios más relevantes es la preferencia por la reserva directa con los hoteles. El 62% de los viajeros mexicanos confía más en reservar directamente con el establecimiento que a través de plataformas de terceros. Esta inclinación se relaciona con el deseo de tener mayor control sobre la estancia (60%) y acceder a un mejor servicio mediante comunicación directa (59%), lo que refuerza la importancia de la relación huésped–hotel.

El estudio también revela una mayor disposición a elegir hospedajes que ofrezcan valor agregado. Más de la mitad de los viajeros (53%) prefiere paquetes que incluyan extras o actividades en el destino, una variable que incluso influye de forma decisiva en la elección del hotel. Se trata de un viajero que investiga antes de comprar: para el 24%, las agencias de viaje en línea (OTAs) siguen siendo el primer punto de búsqueda, mientras que el 15% inicia su proceso en redes sociales.

De acuerdo con Alfredo Rodríguez, director regional de América de SiteMinder, el viajero mexicano está dispuesto a invertir en detalles que elevan la experiencia. El 62% pagaría más por incluir el desayuno en la tarifa, el 40% optaría por una habitación más amplia y el 36% invertiría en una mejor vista. Además, México destaca a nivel global por considerar indispensable contar con televisión y audio de buena calidad en la habitación, lo que subraya la importancia del entretenimiento como parte integral de la estancia.

En términos de destinos, Estados Unidos se mantiene como el favorito con el 38% de preferencia, seguido de Canadá (19%) y España (17%). Sin embargo, el turismo interno continúa fortaleciéndose: el 43% de los viajeros planea desplazarse dentro de México, confirmando el crecimiento sostenido del mercado doméstico. Asimismo, el 79% de los encuestados acepta la variación de precios hoteleros en temporada alta, reflejando una mayor comprensión del funcionamiento de la industria.

Las experiencias ocupan un lugar central en la toma de decisiones. El 41% destina presupuesto a propuestas gastronómicas como cenas gourmet o degustaciones de vino, mientras que el 39% está dispuesto a pagar por actividades de aventura o que requieran equipo especializado, una de las cifras más altas a nivel mundial.

La tecnología aplicada al bienestar también gana terreno. Un 40% considera que soluciones como smart bedding podrían mejorar su estancia, lo que indica que la comodidad ya no es solo física, sino también tecnológica. En cuanto a métodos de pago, aunque predomina el uso de tarjeta, México destaca por su alta adopción de transferencias bancarias, utilizadas por el 19% de los viajeros.

A pesar del peso de la tecnología y las promociones, el factor humano sigue siendo determinante. El 65% de los viajeros mexicanos regresa a un hotel por percibir una buena relación valor–precio, el 54% lo hace por la atención del personal y la calidad de la comunicación, y el 48% por la ubicación.

Como concluye Alfredo Rodríguez, el viajero mexicano combina eficiencia digital con la necesidad de un trato cercano y personalizado. Esta dualidad define un escenario claro para 2026: quienes logren entender al huésped actual y ofrecer experiencias relevantes, cómodas y bien comunicadas, estarán mejor posicionados en un mercado cada vez más exigente y competitivo.