De acuerdo con Sakkara Simón, socia de Hospitalidad y Bienes Raíces en EY México, el sector enfrenta retos cruciales y oportunidades que marcarán su evolución, especialmente en países como el nuestro.
Entre las tendencias más relevantes destacan:
- Hiperpersonalización del servicio: La industria apuesta por experiencias personalizadas, adaptadas a las preferencias específicas de los huéspedes. A través del análisis de datos, las empresas pueden fomentar la lealtad y ofrecer estancias más significativas.
- Tecnología e inteligencia artificial (IA): Herramientas como los servicios sin contacto están revolucionando la hospitalidad, optimizando la experiencia de los viajeros al reducir tiempos de espera y puntos de interacción física.
- Retención de talento: Un desafío clave para la industria es la dificultad para encontrar y mantener al personal adecuado, lo que se ha convertido en una prioridad estratégica.
El panorama para México
Para enfrentar estas dificultades, las empresas turísticas deben considerar estrategias como:
- Diversificar su enfoque hacia mercados emergentes internacionales.
- Establecer alianzas con el sector público para atender problemas estructurales.
- Crear cadenas de valor que resalten las características únicas de cada destino, como su cultura y tradiciones.
- Apostar por inversiones en turismo sostenible que integren las prioridades ambientales y sociales.
Oportunidades hacia el futuro
Sin embargo, para mantenerse competitivo, el sector debe combinar innovación tecnológica con un enfoque en sostenibilidad y bienestar, así como generar confianza en los viajeros a través de soluciones colaborativas y sostenibles.
La industria turística, tanto en México como a nivel mundial, tiene ante sí el reto de adaptarse a las demandas de los viajeros modernos sin dejar de lado la importancia de un impacto positivo en el entorno y las comunidades. La combinación de estas estrategias podría ser la clave para que el turismo continúe como un motor de desarrollo económico y social.