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En el turismo accesible, las principales atracciones de una ciudad no son únicamente sus museos, edificios o playas, sino el poder circular en todos sus espacios.

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Después de que el sector turístico fue golpeado durante la pandemia de Covid-19, su recuperación durante este año es sostenida. Tan solo la actividad registró un aumento interanual del 182% entre enero y marzo de 2022, según el Barómetro del Turismo Mundial de la OMT.

Con mil millones de personas que viven con algún tipo de discapacidad (que representa el 15% de la población en el planeta), según el Banco Mundial, el turismo accesible aparece como un reto para dar más oportunidades y favorecer el crecimiento. 

Según la Organización Mundial del Turismo, el turismo accesible no consiste solamente en permitir el acceso de las personas con discapacidad, sino que también toma en cuenta la creación de entornos de diseño universal que puedan ayudar a las personas que sufren una discapacidad temporal, a las familias con niños pequeños y a una población cada vez más envejecida.

 

En este contexto, las tres grandes ciudades más accesibles son: Singapur, Denver y Barcelona.

 

La accesibilidad de Singapur

Las estaciones del metro cuentan con ascensores, indicadores visuales y audibles, así como baños accesibles para sillas de ruedas. El metro es el medio de transporte público más utilizado para moverse por ser rápido, seguro y económico. Cinco líneas recorren la ciudad y tiene 150 estaciones totalmente accesibles.

Además de que las paradas de autobús están libres de barreras, las unidades son accesibles para las sillas de ruedas al igual que los taxis, que algunos ofrecen asistencia adicional a los usuarios en sillas de ruedas.

 

 

Calles y pavimentos están bien mantenidos con superficies lisas, pero también el teleférico de Singapur, que va del puerto hasta la isla de Sentosa, es accesible. Entre sus atracciones turísticas destacan los Jardines de la Bahía, un parque de 101 hectáreas levantadas en tierras ganadas al mar, adyacente a la reserva marítima.

 

Denver y su transporte público

El transporte público es muy accesible y las personas con discapacidad pagan el 50% de las tarifas. Los pasajeros que no pueden usar el tren o los autobuses, cuentan con el Programa Access-a-Ride que ofrece vehículos para que puedan trasladarse todos los días de la semana, de acuerdo con una publicación de infobae.com.

 

Al este de la Cordillera Front en las Montañas Rocosas, las veredas son accesibles para sillas de ruedas, las mantienen en buen estado y están libres de obstáculos.

 

Barcelona trabaja arduamente

Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España, dio a conocer el anteproyecto para ampliar y mejorar la estación Barcelona-Sants, que busca transformar y reordenar el edificio, sus accesos y la plaza de Països Catalans, con el objetivo de adaptarla al nuevo concepto de ciudad y convertirla en un referente de la movilidad del futuro.

Al contar con servicios diseñados específicamente para ayudar a los viajeros con movilidad reducida, la estación ya es un ejemplo de accesibilidad. Está totalmente adaptada para el uso de sillas de ruedas y el personal está capacitado para orientar a las personas con problemas de visión o audición. Cada año, por ahí circulan 46 millones de pasajeros y con el nuevo proyecto, se espera para el 2030 un aumento de 12 millones.

Será totalmente accesible el metro de Barcelona antes de 2025, y en la actualidad solo son siete las estaciones a las que las personas en silla de ruedas, con movilidad reducida o mayores no pueden acceder. También se incorporaron este año nuevos trenes que cumplen con los criterios de accesibilidad. Además de tener puertas y pasillos más amplios, cuentan con cuatro espacios para personas con movilidad reducida que están sensorizados.

 

Los asientos reservados son rojos, los botones de aviso para alertar al conductor que se necesita más tiempo para poder bajar están colocados a baja altura, mientras que las puertas están pintadas de rojo en el exterior para hacerlas más visibles.

 

En general, las calles de la ciudad son planas y están en buen estado. El mercado de La Rambla, La Boquería, se encuentra a lo largo de veredas uniformes y amplias. A su vez, en La Sagrada Familia las personas con discapacidad no tienen que hacer fila y sus acompañantes pueden ingresar gratis. Hay audioguías en 15 idiomas y signoguías.

Las playas de Barcelona cuentan con el servicio de ‘apoyo al baño’ para facilitar el acceso al mar de las personas con discapacidad física o movilidad reducida. El servicio incluye áreas con vestuario inclusivo, sillas anfibias, grúa elevadora, chalecos salvavidas y sombrillas. Hay un equipo de socorristas acuáticos que atienden a las personas con movilidad reducida que necesiten ayuda personal para acceder al agua.

 

 

Como se puede notar, la accesibilidad es un elemento fundamental de toda política de turismo responsable y sostenible. Es una cuestión de derechos humanos y es también una extraordinaria oportunidad de negocio. Pero lo más importante es que “el turismo accesible no solo es bueno para las personas con discapacidad o con necesidades especiales, es bueno para todos”, enfatizó el ex secretario general de la OMT, Taleb Rifai.