La estrategia de incluir la comida y bebida, como atracción para los turistas, podría potenciar los segmentos de mercado con que cuentan estados del país como Tlaxcala, Tamaulipas o Querétaro, ya que hay destinos turísticos que desconocen el potencial de sus atractivos. Tamaulipas es un ejemplo de lo anterior, pues, además de contar con potencial para el segmento de sol y playa, ya apuesta a los paladares para atraer visitantes a su destino. Un agregado que potencializará sus segmentos de turismo de negocios, médico o cinegético.

Querétaro es otra entidad, que sin tener playas como principal atractivo, se apuntala en gastronomía. Y es que el 53% del total de sus visitantes llega por turismo de negocios, un sector que regularmente viaja de lunes a jueves y abre una oportunidad con la ocupación hotelera de viernes a domingo. En el estado apuestan por la gastronomía y hoy es su segundo valor turístico más importante, con un millón de visitantes, aproximadamente.

Cabe destacar que 800 mil personas gustosas del vino y 130 mil más animadas por los quesos en la Ruta del Arte, Queso y Vino que tiene adicionales como festivales, hoteles en los viñedos, vuelos en globo, fiestas de la vendimia y les permite generar más de 3 mil millones de pesos (mdp) de los 12 mil mdp anuales que produce el turismo en Querétaro, como derrama económica.

Aunque el segmento gastronómico lo hacen en su mayoría los empresarios, siempre debe ir acompañado por el impulso de estrategias turísticas desde el gobierno y apoyado con promoción de la iniciativa público-privada, de acuerdo con el periodista Edgar Morales.