El gobierno ha promovido la construcción en áreas de fuerte crecimiento con subsidios y créditos hipotecarios accesibles pero los inventarios de vivienda, en seis de siete de las principales áreas metropolitanas de México, han aumentado. Aunado a ello, las desarrolladoras han comenzado a construir viviendas en áreas de baja densidad de servicios públicos.
De persistir esta tendencia, sentencia Moody’s, comenzarán a verse afectados los precios, y a mediano plazo la sobreoferta de vivienda nueva podría ocasionar la desaceleración de la construcción de otros proyectos de los desarrolladores y eventualmente afectar sus flujos de efectivo.
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