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La llegada de Realty One Group fortalece la inversión extranjera en el norte de México, especialmente en Baja California Sur, donde la profesionalización y la regulación impulsan la confianza del mercado inmobiliario.

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La inversión extranjera del norte de México se fortifica con la entrada de Realty One Group, una de las franquicias inmobiliarias más grandes del mundo, con más de 500 oficinas y 20 mil agentes distribuidos en 27 países.

 

La firma, que ha iniciado operaciones en Baja California Sur y se expandirá hacia Ciudad Juárez, Mexicali, Tijuana y Sonora, busca atraer capital estadunidense y latinoamericano hacia los sectores residencial, comercial e industrial, aprovechando el impulso del nearshoring y los atractivos de inversión que ofrecen esos destinos.

 

México es hoy un país sólido, con estabilidad económica y plusvalía superior a la de Estados Unidos. Concretando cifras, México cuenta con una plusvalía de 12-14% anual, mientras que la de EE.UU. ronda entre el 4-5 por ciento.

“Por eso, nuestra apuesta es crecer en las regiones fronterizas y generar inversión directa en las comunidades”, señaló Alfredo Hernández, director de Realty One Group Baja & Pacific México.

 

 

Una estrategia enfocada en inversión extranjera y desarrollo local

El plan maestro de Realty One contempla la apertura de 80 franquicias en los próximos dos años, donde esperan generar entre 2,000 y 2,400 millones de dólares de nueva inversión extranjera directa, cifra que representa un impulso significativo a las economías locales.

 

En zonas como Los Cabos, donde el valor promedio de una propiedad ronda los 700 mil dólares, la firma calcula que la venta anual de entre 300 y 400 propiedades podría traducirse en más de 2,400 millones de dólares en capital extranjero.

 

Del total, alrededor del 20% corresponde a inmuebles de lujo con precios superiores a los 2 millones de dólares, segmento en el que Realty One busca consolidarse.

“Queremos atraer a ese 10 o 15% de inversionistas norteamericanos que ya manifestaron interés en comprar en México, pero no encontraron la propiedad o las condiciones adecuadas”, señaló el directivo Hernández.

El atractivo de México frente al mercado estadunidense

De acuerdo con el empresario, los inversionistas norteamericanos se guían por una visión a largo plazo, con horizontes de entre 7 y 15 años, más allá de coyunturas políticas o cambios arancelarios.

Mientras, en Estados Unidos las plusvalías inmobiliarias promedian entre 4 y 5% anual, en destinos mexicanos como Los Cabos, La Paz o Mexicali alcanzan entre 12 y 14%, lo que refuerza la percepción de rentabilidad y estabilidad.

 

“Los aranceles o las tensiones políticas no afectan la decisión de invertir aquí. Los extranjeros ven a México como un país estable, con flujo comercial constante y un mercado inmobiliario en expansión”, subrayó Hernández.

 

Modelo disruptivo: más beneficios para los brokers

Uno de los diferenciadores de la franquicia es su esquema de comisiones flexibles, diseñado para que los agentes inmobiliarios reciban una mayor parte de las ganancias.

A diferencia de otras marcas internacionales que cobran regalías a sus franquiciados, Realty One no envía esos recursos a su matriz en Estados Unidos, sino que reinvierte el capital en las comunidades mexicanas.

El modelo establece una comisión fija por transacción, lo que permite pagar a los brokers entre 60 y 80% del total generado.

“Queremos que los agentes ganen más y crezcan con nosotros. No se trata solo de hacer dinero, sino de generar riqueza compartida y empleo bien remunerado”, afirmó Hernández.

El norte, puerta de entrada del capital internacional

Con presencia inicial en Los Cabos, Ciudad Juárez, Tijuana y Puerto Peñasco, Realty One busca consolidarse como un vínculo entre los mercados inmobiliarios de México y Estados Unidos, donde más del 16% de los compradores estadunidenses han mostrado interés en invertir en el país.

 

El crecimiento del sector refuerza esa tendencia: se venden entre 400 mil y 450 mil viviendas anuales en México, con una demanda que crece cerca del 10% cada año, especialmente en regiones con fuerte actividad industrial y turística.

 

“México combina rentabilidad, estabilidad y calidad de vida. Por eso, la visión de largo plazo del inversionista extranjero está más viva que nunca”, concluyó Hernández.

La visión compartida de los directivos y el subsecretario de economía del gobierno estatal

La expansión de nuevas franquicias internacionales como Realty One Group llega a un entorno local cada vez más profesionalizado. En Baja California Sur, el sector inmobiliario representa cerca del 8% del PIB estatal, según informó Alonso Gutiérrez Martínez, subsecretario de Economía del gobierno estatal, quien destacó que el objetivo es atraer inversión extranjera bajo reglas claras y con agentes capacitados.

El funcionario recordó que el estado cuenta con una Ley Inmobiliaria que regula y certifica la actividad del sector. Actualmente existen alrededor de 800 agentes registrados y capacitados, quienes deben acreditar un curso básico para ejercer de manera profesional.

“Queremos que tanto quien invierte un dólar como quien compra su segundo hogar lo haga con confianza, sabiendo que hay agentes preparados y procesos seguros”, subrayó Gutiérrez Martínez.

 

Solo en 2024, las ventas inmobiliarias en Baja California Sur superaron los 1,500 millones de dólares, cifra que demuestra la solidez del mercado y su relevancia para el desarrollo regional. El gobierno local estima que para 2025 el inventario disponible rondará las 1,500 propiedades entre departamentos, casas y terrenos, lo que abre espacio para nuevos actores y franquicias.

 

Por su parte, Kuba Jewgieniew, fundador y CEO de Realty One Group, resaltó durante su visita al país que la cultura y el talento humano mexicano son factores clave para el crecimiento de la marca en la región.

“México tiene ese fuego, esa energía en su gente. Aquí no solo vemos negocios, sino una oportunidad de construir relaciones sólidas y un futuro compartido”, afirmó.

Un mercado en transformación y más seguro para el inversionista extranjero

A su vez, el presidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Karim Oviedo, coincidió en que el auge de la inversión extranjera en destinos turísticos y fronterizos debe ir acompañado de profesionalización y transparencia.

“Estamos trabajando para garantizar inversiones seguras, con desarrollos certificados y agentes licenciados. Es la forma de proteger al comprador y fortalecer la marca México”, indicó.

 

Oviedo explicó que AMPI impulsa una certificación nacional para transacciones seguras, además de crear micrositios de desarrollos avalados por las autoridades locales. Con ello, buscan evitar fraudes y consolidar la confianza del inversionista extranjero, especialmente en mercados como Los Cabos, donde los estadunidenses y canadienses concentran buena parte de la demanda.

 

México, una apuesta de largo plazo

El fortalecimiento de la regulación, la profesionalización del sector y la llegada de capital extranjero confirman que México ofrece un ecosistema maduro y competitivo para la inversión inmobiliaria.

Con leyes más claras, agentes certificados y franquicias globales apostando por el país, el mercado nacional se perfila como uno de los destinos más atractivos para la inversión internacional en América Latina.

Franquicias con enfoque integral: residencial, comercial e industrial

Realty One no se limita al segmento habitacional. Su modelo de negocio ofrece franquicias especializadas por tipo de mercado, desde el residencial hasta el comercial e industrial, con capacitación técnica para cada rama.

El enfoque responde al auge del nearshoring y al crecimiento de los polos manufactureros del norte del país.

“Ciudades como Juárez, Tijuana y Monterrey son clave por su conexión con Estados Unidos. Allí no solo hay inversión residencial, sino una fuerte demanda de espacios industriales y logísticos vinculados a la relocalización de empresas”, detalló el directivo.