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Ante los desafíos sociales que acompañan al crecimiento urbano en México, es momento de replantear el modelo inmobiliario tradicional, orientado hacia esquemas más inclusivos y sostenibles.

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Por ejemplo, promover una visión en la que invertir en bienes raíces no solo implica adquirir una propiedad, sino también contribuir activamente al desarrollo equitativo de las ciudades.

 

Levy Holding promueve una visión que prioriza el desarrollo urbano con responsabilidad social. El grupo reconoce que, si bien el sector inmobiliario sigue siendo una de las alternativas más estables frente a la inflación y la volatilidad financiera, también enfrenta cuestionamientos crecientes relacionados con la gentrificación y la exclusión.

 

Por ello, impulsa proyectos que integran espacios habitacionales, comerciales y de esparcimiento en un mismo desarrollo, privilegiando la planeación urbana con sentido comunitario.

“La vivienda continúa como una de las decisiones financieras más importantes que puede tomar una persona, pero también debe ser una herramienta para generar valor en las comunidades”, señaló Sergio León, director de estrategia comercial y marketing de la firma.

 

 

Y para facilitar el acceso a la vivienda, promueven modelos de inversión accesibles, dirigidos tanto a familias como a jóvenes inversionistas, a través de esquemas como FIBRAs, coinversión o arrendamiento inteligente. Esta diversificación permite ampliar el acceso al sector y democratizar las oportunidades patrimoniales en ciudades clave como Guadalajara, Monterrey, Querétaro y zonas turísticas como la Ribera de Chapala o la Riviera Maya.

 

Con una inversión inmobiliaria estimada en más de 650 mil millones de pesos para este año y un crecimiento proyectado del 15 % anual, el sector se posiciona como una de las principales palancas para construir ciudades más compactas, conectadas y habitables.

 

La firma plantea que el desarrollo inmobiliario no solo debe generar plusvalía económica, sino también bienestar social.