Con precios récord en el mercado de la vivienda y tasas hipotecarias cercanas al 7%, cada vez más estadunidenses —en particular los millennials— están optando por alquilar en lugar de comprar. Esta tendencia no solo está redefiniendo las decisiones de vivienda, sino que también está impulsando a los constructores a adaptarse a las nuevas necesidades de un mercado donde el inquilino es protagonista.
En la edición número 37 de The Builder 100, organizada por Zonda, uno de los temas centrales fue el auge de dos conceptos clave: Las viviendas unifamiliares para alquiler (SFR) y las construidas específicamente para alquilar (BTR, por sus siglas en inglés). Ambos modelos se consolidan como una nueva clase de activo de largo plazo en el sector inmobiliario estadounidense.
Alquilar es más barato que comprar
Y no se trata solo de una elección económica. La edad promedio para comprar una casa por primera vez en EE.UU. ha subido a los 38 años. Esto deja a gran parte de los millennials —nacidos entre 1981 y 1996— todavía fuera del mercado de compra, acompañados por una generación Z que ya está activa como inquilina.
Viviendas de alquiler, pensadas para quedarse
La construcción para alquiler ha dejado de ser una solución temporal. Hoy representa un segmento maduro y en expansión. Tan solo en el último año, el número de unidades BTR activas ha crecido hasta alcanzar las 170,000, con otras 117,000 en proceso de construcción.
Los desarrolladores entienden que alquilar no significa renunciar a calidad ni estilo de vida. Por eso, las nuevas comunidades BTR ofrecen amenidades que buscan igualar —e incluso superar— la experiencia de ser propietario: Patios privados, gimnasios, áreas verdes, juegos infantiles, albercas, parques para perros y servicio de mantenimiento en sitio.
Inquilinos exigentes, constructoras creativas
La transformación va más allá del diseño. “No hay un botón de pausa en las etapas de la vida”, afirmó Kimberly Byrum, experta en vivienda multifamiliar en Zonda. Las constructoras están respondiendo a una nueva generación de consumidores que desean “probar” un estilo de vida antes de comprometerse con una hipoteca.
Las rentas en estos desarrollos oscilan entre los 2,000 y 2,500 dólares al mes, con variaciones según la ciudad y los servicios incluidos. En mercados como Chicago o Miami, donde los alquileres son altos, ser propietario representa un costo apenas entre 20% y 40% más que alquilar, reduciendo así la diferencia y ampliando las opciones.
Una oportunidad que transforma la industria
Lo que comenzó como una solución a la falta de asequibilidad se ha convertido en un fenómeno estructural. La figura del “inquilino orgulloso de su hogar” se posiciona como parte integral del futuro de la vivienda en EE.UU.