El 46.1% de las propiedades residenciales hipotecadas en Estados Unidos se consideraron ricas en capital en el cuarto trimestre de 2023 (4T23), lo que significa que el monto estimado combinado de los saldos de préstamos garantizados por esas propiedades no era más de la mitad de sus valores de mercado estimados.
Lo anterior se desprende del Informe de ATTOM sobre el valor de la vivienda en EU correspondiente al 4T23, que muestra que la proporción de viviendas hipotecadas que eran ricas en capital en el trimestre disminuyó desde el 47.4% en el 3T23, lo que marca la segunda disminución trimestral consecutiva. La última cifra también fue inferior al 48% del 4T22.
Al mismo tiempo, el informe indica que la proporción de viviendas hipotecadas que estaban gravemente 'sumergidas' en EU aumentó ligeramente en los últimos meses de 2023, del 2.5 al 2.6% de todas las hipotecas residenciales. Este tipo de hipoteca es aquella con saldo combinado estimado de préstamo garantizado por propiedad que es al menos un 25% más que los valores de mercado estimados de esas propiedades.
"Hay cada vez más señales que sugieren que el prolongado periodo de prosperidad en el mercado inmobiliario de Estados Unidos puede estar mostrando signos de relajación", dijo Rob Barber, director ejecutivo de ATTOM, aunque dijo que no es que haya grandes señales de advertencia.
"Sucedieron cosas similares a principios del año pasado, antes de que el mercado se disparara en la primavera. Pero el debilitamiento del capital sigue a una caída en las ganancias de reventa el año pasado por primera vez en más de una década, ya que los precios han dejado de dispararse. La temporada alta de compras de este año nos dirá mucho sobre si las cosas realmente se han calmado a largo plazo".
La caída de precios del cuarto trimestre culminó un año en el que el precio medio de la vivienda creció anualmente solo un 2%, marcando el crecimiento más débil desde 2012, cuando el mercado inmobiliario de EU apenas comenzaba a recuperarse de las secuelas de la Gran Recesión que afectó a finales de la década de 2000.
Señala el informe que la posibilidad de que se produzcan tendencias bursátiles más desiguales sigue vigente a medida que el mercado inmobiliario se acerca a su temporada anual máxima de compras de primavera y verano, pero enfrenta precios elevados que siguen siendo una carga financiera para amplios sectores del público comprador potencial.