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El Banco Inmobiliario Mexicano monitorea de cerca los principales indicadores que están impactando la industria de la vivienda en México, entre ellos, el aumento en las tasas de interés.

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Un tema de preocupación en el mercado residencial del país ha sido el aumento en las tasas de interés. De acuerdo con el informe de la Asociación de Bancos de México (ABM), las tasas de interés han experimentado un incremento significativo en el último año, pasando de 9.4% en julio de 2022 a 10.3% en julio de 2023.

 

Según el Banco Inmobiliario Mexicano (BIM), este aumento ha generado inquietudes en cuanto al acceso a los préstamos hipotecarios y su impacto en la demanda de viviendas.

 

Cabe recordar que el acceso al financiamiento es esencial para los desarrolladores de vivienda. A julio de 2023, el monto dispuesto de crédito puente de la banca comercial, según datos de la ABM, asciende a 44.1 mil millones de pesos (mdp), lo que representa una variación de 13.5% respecto al mismo mes del año anterior.

La tasa de interés nominal anual se ubica en 14.0%, presionada al alza por la tasa de referencia en sus máximos históricos. Los puntos de intermediación de la banca comercial han disminuido hasta en 150 puntos base, según cifras proporcionadas por la ABM y Banco de México (Banxico).

Por su parte, la sobreoferta de viviendas ha llevado a una saturación del mercado y, en algunos casos, a una disminución de los precios de las propiedades, indicó el BIM.

En los últimos 12 meses, agregó, se incorporaron proyectos para 153 mil viviendas, 54 mil menos en comparación con el año anterior, lo que representa una disminución del 26%, según datos del Registro Único de Vivienda (RUV).

 

Dicha disminución se ha concentrado principalmente en la edificación de viviendas de interés social. El índice de precios publicado por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) muestra un incremento de 10.4% en el precio de la vivienda en el 4T22, con la vivienda media residencial aumentando un 10.5%, con un valor promedio de 2.2 mdp.

 

Al sumar estos datos a los cambios en las preferencias de los compradores, los cuales buscan viviendas más cómodas y sustentables en entornos de mayor movilidad y conectividad, se puede ver cómo están influyendo en la demanda del mercado de la vivienda. “Las personas ahora buscan propiedades que les permitan ahorrar en los recibos de agua, gas y luz, además de estar cerca de parques, centros hospitalarios, comercios y transporte”, resaltó el análisis del BIM.

Junto a estos cambios de perspectiva de las nuevas generaciones, la creación y pérdida de empleos tiene un impacto significativo en la demanda de viviendas. Los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) muestran un crecimiento interanual del empleo formal del 3.4% con 757 mil nuevos empleos acumulados hasta septiembre.

 

 

No obstante, existe una desocupación laboral del 4% en México, y el desafío continúa en bancarizar a la población ocupada en la informalidad. La llegada del nearshoring promete contribuir a la generación de más y mejores empleos en el país.

Pero además de estos indicadores, la industria de la vivienda también está influenciada por eventos inesperados como crisis económicas locales o mundiales, crisis sanitarias, cambios en las regulaciones gubernamentales a nivel municipal, estatal o federal y la escalada en la inseguridad.

Finalmente, BIM reafirma su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con sus clientes en el sector de negocios e inmobiliario para enfrentar estos desafíos y capitalizar las oportunidades que se presenten.