En México, el sector inmobiliario ha experimentado transformaciones importantes en la última década, como el auge de desarrollos verticales, la revalorización de zonas urbanas y el cambio en las dinámicas laborales y familiares que se entrelaza con la modernidad, donde las generaciones millennial y Z enfrentan el reto de adquirir su propio hogar.

Por lo que, el sector inmobiliario tiene la tarea de adaptarse y entender las necesidades de estas generaciones. Ya no solo se trata de ofrecer viviendas, sino de proponer soluciones habitacionales que se alineen con un estilo de vida más globalizado, digital y consciente del entorno.

Y con un mercado inmobiliario en constante evolución, Vitant by Be Grand comprende que es esencial ofrecer a los millennial y Gen Z una visión clara de las ventajas e implicaciones al comprar vivienda en términos de presupuesto.

Generación Z cree que una vivienda es clave para generar riqueza

1. Valor real del Inmueble

Aunque es común centrarse en el costo de la vivienda, es esencial considerar que el precio publicado o acordado con el vendedor es solo el comienzo. Recuerda que al valor de venta hay que sumarle otros gastos asociados, como los impuestos de transferencia, las comisiones inmobiliarias y los avalúos.

2. Costos de cierre

Suelen ser una sorpresa para muchos compradores primerizos. En México, los gastos de escrituración, los honorarios notariales y los impuestos correspondientes pueden representar entre el 5 y 8% del valor de la vivienda. Es fundamental tener esto en cuenta al presupuestar.

3. Enganche y financiamiento

Históricamente, las instituciones financieras en México han requerido que el comprador aporte un enganche, que suele ser del 20% del valor total del inmueble. No obstante, hay opciones más flexibles actualmente.

También añade el costo del crédito hipotecario. Aunque las tasas de interés son relativamente bajas en comparación con años anteriores, es crucial considerar la duración del crédito, las tasas y los posibles ajustes.

4. Mantenimiento y gastos asociados

Una vivienda no es solo una inversión inicial, conlleva gastos continuos de mantenimiento, servicios, y en algunos casos, cuotas de asociaciones de vecinos o residentes. Estos gastos varían según el tipo y ubicación del inmueble.

5. Futuras valorizaciones
   

Para aquellos jóvenes con miras a largo plazo, consideren el potencial de revalorización del inmueble. Algunas zonas están en pleno crecimiento y representan una excelente oportunidad de inversión a futuro. La idea de tener un espacio propio donde construir un futuro es una aspiración compartida por millennials y Gen Z. Sin embargo, el camino hacia este objetivo depende de buenas decisiones financieras y estratégicas que se tomarán al estar bien informados.

“Más allá de los números, adquirir un inmueble es también una inversión emocional, un compromiso con uno mismo y con el futuro. Con la información correcta y una visión clara, el sueño de tener un hogar propio está al alcance de tus manos”, concluyó la desarrolladora mexicana.