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En 2022 el mercado inmobiliario se vio impactado principalmente por la inflación, la construcción es el sector más afectado.

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Luego de la reapertura tras la pandemia en 2022, el desplazamiento de vivienda nueva presentó buenos números, se colocaron más hipotecas ligadas a la venta de vivienda usada y en cuanto a la inflación, existe la esperanza de que baje; si bien los indicadores tanto en México como en Estados Unidos muestran signos de disminución en este indicador, los bancos centrales anunciaron que continuarán con una política de aumento de tasas.

Esto se desprende del documento 'Perspectivas 2023, Mercado inmobiliario en México' elaborado por Tinsa, en el que señala que el timing con el que han estado jugando los desarrolladores se acaba, así que, en consecuencia, es probable que habrá un incremento de valor en el mercado nacional de vivienda, incluyendo a la CDMX. Esto ante la imposibilidad de mantener los valores contenidos en aras de no desacelerar más los ritmos de absorción.

 

Por lo que uno de los principales retos que se esperan para el 2023, es alinear la oferta versus la demanda en un entorno complejo.

 

¿Cómo cerró el 2022 y qué se espera del 2023?

Entre la percepción de los principales jugadores del sector, durante el 2022, de cada 10 directivos, seis se muestran optimistas, señalando cierta recuperación y estabilidad tras años complicados. Para el 56% de los directivos de real estate en México, el comportamiento del sector inmobiliario durante el 2022 fue ligeramente mejor al presentado en 2021, según la encuesta "Perspectivas del mercado inmobiliario 2023", donde participaron más de 100 directivos del sector.

Con respecto a la Inflación, coincidieron en que fue el principal factor que impactó en el sector inmobiliario, seguido por los efectos de las políticas públicas en México, así como el incremento en las tasas de interés. Para el 2023, se estima que la inflación tienda a bajar, sin embargo, es muy probable que se mantenga en niveles del 4%.

 

 

Sector más afectado por inflación

La construcción fue el sector más afectado por la inflación del 2022, seguido por el comercio minorista. Y dentro de las principales afectaciones por la inflación, está el impacto que deberá darse en los valores de venta. Sin embargo, el recorte de plantilla laboral aún es poco considerado, lo que hace suponer, que se espera que la potencial recesión económica no sea de largo plazo.

 

Seis de cada diez directivos, ha tenido que ajustar presupuestos en diversas áreas, siendo esto un riesgo latente para toda la cadena de producción y negocio inmobiliario.

 

Ahora bien, para aquellos que están en fases de construcción de proyectos actuales, la inflación ha tenido un mayor impacto. En el caso de los proyectos de entrega inmediata, especialmente en mercados contraídos, como el Luxury de CDMX, se ha buscado impactar lo menos posible los valores finales de venta. Una oportunidad para el sector se encuentra en las nuevas alternativas de construcción.

Incertidumbre, principal afectación para el sector

De acuerdo con el documento de Tinsa, las principales afectaciones por inflación y potencial recesión son:

  • Incertidumbre por parte de potenciales compradores de vivienda.
  • Mayor Incremento en hard costs.
  • Desperfilamiento en el mercado.
  • Mayores alzas en las tasas de interés.
  • Reducción en la demanda.
  • Ajustes en presupuestos ya existentes.
  • Desconfianza para invertir en el mercado inmobiliario.
  • Disminución de poder adquisitivo del comprador.

Con respecto al financiamiento de los proyectos, los principales desarrolladores se sienten respaldado por las instituciones financieras. El 60% declara no haber tenido dificultades y/o inconvenientes, para obtener un crédito puente.

Los que sí presentaron dificultades a la hora de solicitar un crédito señalan que percibieron:

  • Mayores requerimientos.
  • Menor porcentaje financiado.
  • Mayor tiempo de respuesta.
  • Lentitud en procesos.
  • Aumento de tasas.
  • Aumento de garantías.

Optimismo moderado para el 2023

Para el año en curso, se vislumbra un escenario complejo, principalmente por las amenazas económicas y políticas, pero con oportunidades para reinventarse y aprovechar la demanda derivada de ciclos como el actual, puntualizó el estudio.