El panorama del Real Estate a nivel global y de nuestro país es mixto, con auge en algunos sectores pero incierto y a la baja en otros.
El dicho muy nuestro, a “río revuelto ganancia de pescadores”, nos sitúa en el momento actual en un mercado donde los ganadores son los compradores de bienes raíces que aprovechan las oportunidades que existen, porque tienen liquidez y pueden invertir a pesar de prevalecer un entorno de recesión e inflación en los negocios.
La última alza fuerte de 50 puntos base en la tasa de interés objetivo al 10.5% desde 10.00%, establecida por el Banco de México (Banxico), y en Estados Unidos por la FED al 4.50-4.75% (+25 puntos base), encarecen os créditos en ambos lados de la frontera y frenan la actividad económica, así como la inversión inmobiliaria.
El consenso de economistas y financieros dicta que en el 2023 seguirán los incrementos de las tasas de interés, pero no a la velocidad que lo hicieron a lo largo del año anterior. El índice de inflación anualizado para diciembre en Estados Unidos fue de 6.5% y en México del 7.8 por ciento.
Cabe señalar que las tasas de inflación de los últimos meses, no vistas en ambos países en 40 años, fueron impulsadas por el alza en los granos, los energéticos y las distorsiones en las cadenas productivas. Un elemento adicional a considerar es que los salarios mínimos en México subieron un 20% a partir del primero de enero del presente año.
El sector de las plazas comerciales fue de los más afectados en el Real Estate.
Sectores más afectados
Los sectores inmobiliarios que fueron los más afectados en estos años, han sido las plazas comerciales, edificios de oficinas, propiedades rurales y las residencias de lujo o high end.
En inmuebles con valor superior a los 10 millones de pesos (mdp) hay descuentos de los precios prepandemia, que van desde un 10% hasta un 25%. Ante un mayor número de adjudicaciones y remates judiciales, surgen esquemas comerciales de venta por necesidad con el modelo de subastas, donde usualmente se vende al mejor postor partiendo de la base de un rango que va desde un 50% al 66% del valor de avalúo.
Otro de los sectores ganadores es el turístico, por la apertura generalizada de las fronteras después de la eliminación de las restricciones a los viajeros, impuestas por las llamadas 'olas' de la pandemia, la cercanía con la economía más poderosa del planeta y las joyas en playas, gastronomía y arqueología que tenemos en México.
Los principales destinos turísticos en nuestro país recibieron la llegada récord de 22.4 millones de extranjeros, según el INEGI, en los primeros once meses del año pasado, impulsando la venta de condominios en las principales zonas turísticas del país.
Por la situación económica débil, producto de los efectos negativos resultantes de la larga pandemia, el gobierno federal ha buscado paliar las consecuencias. El sector empresarial, por su parte, ha solicitado mayores apoyos e incentivos para incrementar la inversión e impulsar el crecimiento económico necesario para activar la demanda inmobiliaria en nuestro país.
Afortunadamente el peso está fuerte, la llegada de remesas de los mexicanos en Estados Unidos nunca antes vistas lo benefician, las reservas internacionales se encuentran en sus máximos históricos y tenemos estabilidad macroeconómica.
En un entorno complicado, México será resiliente, ya que el pronóstico de crecimiento económico en este 2023, comparándolo con Estados Unidos, será cinco veces mayor según la prestigiosa firma Fitch Ratings.
A los profesionales inmobiliarios que les interesa estar a la vanguardia y crecer ante los retos actuales, se afilian a asociaciones locales o nacionales.
Los desarrolladores de vivienda con la CANADEVI, los de importantes proyectos comerciales con la ADI, los de parques industriales con la AMPIP y los comercializadores de bienes raíces con UPIM, que fortalecen a sus agremiados y les dan mayores oportunidades para su crecimiento y desarrollo profesional.
*CEO de Realty World y Consejero UPIM.
