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La venta de vivienda registró un desplome de 12.6% y casi 30% menos respecto al 2021, regresando a sus niveles más bajos de 2016.

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Desde mediados de 2022, Estados Unidos atraviesa por una desaceleración económica de la que no puede salir del todo a causa de la inflación, la cual ya golpeó al mercado del petróleo, redujo las proyecciones de crecimiento empresarial, tiene al dólar inmerso en la volatilidad y ahora deprime por sexto mes consecutivo al mercado inmobiliario.

El poder adquisitivo de los hogares norteamericanos sigue siendo golpeado por el aumento del costo de vida, así se percibe en el informe de venta de casas nuevas, que desde febrero continuó su caída hasta julio, acumulando seis meses consecutivos para alcanzar sus niveles más bajos desde el 2016.

 

De acuerdo con datos del Departamento de Comercio, se vendieron 511 mil casas el mes pasado en proyección anual (la cifra a 12 meses si se mantuvieran las condiciones del momento de la medición), un 12.6% menos que en junio y casi 30% menos que hace un año.

 

Por lo que la cifra muy por debajo de las proyecciones de los analistas que especulaban una ligera caída de 575 mil compraventas. Se sabe que el mercado inmobiliario está siendo afectado por el incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, que intenta enfriar la economía para combatir la inflación.

 

 

Lo que afecta las compras de propiedades son la subida del costo del crédito y que los precios de las viviendas sigan elevados, por eso se desplomaron por sexta ocasión. En cuanto a la mediana de precios para casas nuevas llegó a los 439 mil 400 dólares, con respecto a los 414 mil 900 en junio, y el precio promedio volvió a ubicarse por arriba de los 500 mil dólares.

 

En julio, también cayeron las ventas de viviendas usadas, que representan 80% del mercado inmobiliario estadounidense en volumen.

 

¿Cuál es la expectativa en las tasas de interés?

Los banqueros centrales de todo el mundo se enfrentan al dilema de subir las tasas para combatir la inflación, aunque no demasiado para evitar que la economía quede de rodillas. Por eso, durante su reunión anual en Jackson Hole, Estados Unidos, hoy y mañana, el momento más esperado es el discurso del presidente de la FED, Jerome Powell.

 

 

“Las cartas están sobre la mesa en materia económica: un enemigo común que es la inflación, un riesgo de hacer demasiado para enfriar la economía. Hay que elegir entre ambos”, resumió Gregori Volokhine, gerente de cartera de Meeschaert Financial Services, antes del encuentro.

La reunión se lleva a cabo en un escenario en el que a nivel mundial, los bancos centrales ajustan sus tasas al alza para luchar contra la inflación, a pesar de que eso puede afectar la reactivación económica después de la pandemia.

 

Cabe resaltar que un aumento de tasas de interés encarece el crédito y, por lo tanto, frena el consumo y la inversión, enfriando así la economía y la presión sobre los precios.

 

Desde marzo, la FED ha subido en cuatro ocasiones sus tipos de interés de referencia, y el mercado se pregunta por la magnitud de las siguientes alzas que se dan por seguras. A 12 meses, la inflación en Estados Unidos se moderó en julio a 8.5% desde 9.1% en junio, una cifra que marcó un máximo en 40 años.

 

 

/Con información de semana.com, diariolasamericas.com y AFP/