Para Vitruvio Socimi, la complejidad que cobra de nuevo el ciclo de negocios post-Covid se explica por el hecho de que en el 2022 y 2023 el crecimiento del sector inmobiliario español será por arriba de la media tendencial tanto del PIB de Estados Unidos, de la UE o de España, contrario a lo que pudiera pensarse por el ruido mediático.
En los últimos dos años, el tipo hipotecario medio no se ha hundido (con el Euribor en negativo), ni se disparará en estos momentos, como tampoco lo hizo en el 2011 cuando los tipos en España a 12 meses estaban al 5 por ciento.
Con respecto a la demanda, la tasa de esfuerzo sobre la renta disponible que supone la cuota de la hipoteca presenta movimientos (en media histórica) con niveles razonables, por lo que existe un margen para que se encarezca.
“En Occidente, una población demasiado envejecida y con un sector público endeudado, unido a países emergentes que continuarán con su inercia de exportar deflación, ahora además con China creciendo menos que en los últimos años y demandando menos materias primas en general, particularmente en su sector inmobiliario”.
Vitruvio Socimi no cree que la capacidad adquisitiva se resienta tanto, en todo caso sería de forma pasajera durante estos dos trimestres de mayor inflación. Con la misma intensidad o más que antes de la pandemia, ve el proceso de urbanización y migración a las ciudades y, por consecuencia, una fuerte demanda en las principales capitales y en toda la parte del Mediterráneo para vivir, laborar e ir de compras.
Joaquín López-Chicheri, presidente ejecutivo de Vitruvio Socimi, reconoce que hay riesgos, sin embargo, se carecen de datos actualmente que justifiquen su materialización en forma de recesión, estanflación o cualquier otro que se mencione últimamente.
/Con información de Estrategias de Inversión/
