En la post pandemia, la flexibilidad es la estrategia clave a seguir en la administración de inmuebles en América Latina.
Lo anterior, incluye estrategias como la promoción de incentivos para posicionar los espacios desocupados con nuevos clientes, planes estratégicos de descuentos, planes de pago para aquellos que cumplen con sus obligaciones de manera puntual, y además, opciones para mantener sus espacios ocupados.
En la región, podría parecer que operar un inmueble con una ocupación reducida, resulta en una disminución de costos, personal y gasto de materiales, pero se percibió que el ahorro en los gastos generales se vio compensado con el impacto de proteger a los usuarios y colaboradores con la compra de equipos especiales para el control de accesos, materiales certificados de limpieza, equipo para desinfección.
Con lo anterior, se aprendió a trabajar con el día a día, siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud, teniendo la certeza de que las oficinas están resguardadas y que los empleados pueden presentarse a trabajar con la seguridad de que las instalaciones y equipos del inmueble estarán operando al 100 %.
Además, la colaboración con los equipos de recursos humanos y/o servicios generales con una combinación de empleados que están regresando gradualmente, tomando en cuenta el tamaño de sus instalaciones.
“Queda claro que cada nuevo cliente, es decir, cada nuevo inmueble, presenta retos diferentes derivados de sus metros cuadrados rentables, ubicación, diseño, equipamiento, facilidades de acceso, uso y giros instalados. Cada inmueble tiene un aforo de personas distinto. Como ejemplo, en un edificio bajo nuestra administración con 56 mil m², antes de la pandemia tenía una afluencia diaria de más de 3 mil 500 personas y no cabe duda que definitivamente uno de los efectos más significativos ha sido la reducción en asistencia”, expresó Eduardo Delgado, director de servicios de administración de inmuebles de Newmark.
Otro desafío extra es mantener el nivel de servicio con operación de oficinas o locales comerciales, por lo que la administración y operación debe ser más eficiente.
“Tendremos que ser empáticos para brindar opciones, aún en condiciones especiales de operación. El futuro nos entusiasma porque no es solo mantener un inmueble, sino procurar proteger su plusvalía y que las empresas o personas que lo ocupan reciban atención que demanda su giro y/o actividad”, afirmó finalmente Eduardo Delgado.