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En los últimos 10 años, la construcción de viviendas tuvo una caída que no se había presentado desde la década de 1960.

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En un momento que se debate entre la aceleración económica y la ayuda a la población que fue afectada por el Covid-19, un nuevo fenómeno se presenta en Estados Unidos, ya que empresas constructoras frenan la venta de inmuebles hasta que su producción pueda emparejarse a la alta demanda actual, señala The Wall Street Journal.

Según el diario, los edificadores de viviendas retrasan a propósito la venta de inmuebles para así aumentar su precio, lo que provoca una intensificación en la crisis inmobiliaria, lo que podría derivar en que la población más joven tenga menos posibilidades de acceder a vivienda.

“Estas empresas están negando la compra a las personas que quieren adquirir una casa, aunque puedan construirla. Esto se debe a que todavía no han atendido a la construcción de las viviendas que ya se han vendido. Esta ralentización de la producción deriva de la paralización de la actividad durante la etapa más restrictiva de la pandemia y por los altos costes de fabricación que se están dando en estos momentos”, acotó el tercer diario más influyente de Estados Unidos.

Detener la construcción

 “(nuestra) compañía está "midiendo" las ventas para ajustarse a los niveles de demanda y al ritmo de construcción actual y, así, aprovechar los altos precios de la vivienda (…) Hemos retrasado intencionalmente la venta de viviendas porque sabemos que habrá demanda. Realmente no hay muchas opciones para los compradores de vivienda", aseveró James Brickman, CEO de Green Brick Partners

Daryl Fairweather, economista jefe de Redfin, señaló al portal Insider, señaló sin embargo que hay empresas que están haciendo todo lo posible para aumentar el ritmo de construcción y aprovechar un mercado "caliente".

Sin embargo, se están enfrentando a una escasez de madera, mano de obra calificada y diversos problemas logísticos, que afectan incluso a los electrodomésticos que van en las viviendas, por lo que se está deteniendo el ritmo de producción.

Crisis pega a jóvenes

Esta crisis, que afecta a los millenials, se suma al bajo empleo por el home office, lo que ha alimentado la demanda de vivienda hasta derivar en una crisis de inventario.

Cabe señalar que en los últimos 10 años, la construcción de viviendas tuvo una caída que no se había  presentado desde la década de 1960.

El precio medio de venta de una vivienda en Estados Unidos alcanzó cifras históricas en marzo registrando un valor de 353.000 dólares, según el portla Redfin; sin embargo el precio medio alcanzó hasta los 386,888 dólares en junio, demostrando un crecimiento en el precio.

Pero los precios aumentaron en junio de 2021 prácticamente 29% respecto a junio de 2020; en contraparte, las ventas de viviendas cayeron 19%, lo que muestra la tendencia influenciada por los constructores.

Con información de El Economista de España