La industria hotelera en EU sigue como uno de los sectores más afectados por la pandemia y se prevé que la recuperación en la ocupación e ingresos regresará a los niveles anteriores a COVID-19 hasta el 2023, proyecta un estudio de la firma de consultoría global, McKinsey & Company.
Según el sondeo realizado entre 2,000 ejecutivos de empresas globales, se encontró que los escenarios posibles de recuperación se comenzarán a ver en el 2022 en el modo más optimista, sin embargo, el más pesimista concluye que tardaría dos o más años en reactivarse las operaciones a los niveles del 2019.
El escenario más pesimista plantea que “la propagación del virus está contenida y la economía se recupera lentamente, los ingresos por habitación de hotel disponible (RevPAR), que cayeron un 53% en 2020, regresan a niveles muy cercanos a los anteriores a la crisis en 2022”, destaca el estudio.
Además, indicaron que al igual que otras industrias, la hotelería está ya experimentando cambios sustanciales en este momento posterior a la pandemia.
Algunos ya son evidentes, por ejemplo, las estrategias para atraer a huéspedes y hacerles sentir seguros durante su estancia, desde el momento de su registro de entrada y hasta salida, manteniendo cero o un mínimo contacto físico, así como un énfasis especial en la higiene de todas las áreas.
De hecho, destaca que las actuales tasas de ocupación muestran lo que está sucediendo en este negocio. A principios de mayo de este año, la ocupación fue inferior a un 15% para los hoteles de lujo y alrededor del 40% para el segmento más económico.
Por lo que las proyecciones muestran que los hoteles económicos serán los que tengan una más rápida recuperación, mientras que los de lujo y de alta categoría será más lento el regreso.
“Esto se debe en parte a que los hoteles económicos pueden aprovechar mejor los segmentos de la demanda que se mantienen relativamente saludables a pesar de las restricciones de viaje, incluidos los conductores de camiones y los huéspedes de estadías prolongadas”, señala el reporte.
Mientras que el segmento de viajeros de negocios, es probable que la demanda regrese de manera desigual. Los viajes esenciales diferirán según la industria.
Según ejecutivos y directores de recursos humanos de América del Norte entrevistados y que pertenecen a una variedad de industrias, expusieron que sus empresas están utilizando la tecnología como sustituto de los viajes no esenciales.
“La mayoría espera que ciertos tipos de viajes, como las reuniones internas, nunca regresen por completo a los niveles anteriores al COVID-19”, concluye el estudio.