La idea provino de algunas cadenas holandesas hoteleras desde hace unos años. Debido a la crisis por el COVID-19, llega con fuerza a España una tendencia híbrida ante la falta de turismo de negocios.
Un análisis de la consultora Colliers, los hoteles con coworking podrían incrementar sus ingresos hasta en 20% en ingresos, pero al mismo tiempo, los operadores de coworking ven una reducción de -30%, por lo que han entrado en una guerra de precios, que incluso, llegan a 50% de descuento en ciertos casos.
En su estudio, Colliers destaca que en el caso de los llamados “hoteles híbridos”, que “muchas empresas necesitarán espacios para trabajar en equipo presencialmente dos o tres días a la semana para mantener la interacción social”.
La clave: los tiempos
“Los hoteles pueden alquilar por días o por horas y son más competitivos que los coworkings, cuyo modelo de negocio se basa en alquilar por periodos más largos, que van desde una semana hasta varios meses”.
La firma consultora detalla que entre los pioneros del hotel híbrido, está la cadena holandesa Zoku, cuyas habitaciones se alquilan dos veces al día, para trabajar y para pernoctar. Además del equipo tecnológico, la clave es “el mobiliario y los espacios de la habitación de hotel, para transformarla rápidamente en oficina”, ocultando la cama o quitándole centralidad.
Según destaca un despacho de lavanguardia.com de España, Juan Gallardo, socio de 3 Capital Real Estate, destaca que impulsar el alquiler del coworking, una opción natural para los hoteles que estaban especializados en actos de empresas, congresos y convenciones fue este segmento:
“Hoteles urbanos tenían en este segmento 50% de sus ingresos, y la hotelería, tardará más en recuperarse por el turismo. Estos establecimientos ya tenían espacios flexibles y salas de reuniones y un buen equipo tecnológico. Alquilar salas como oficinas permite amortizar unas instalaciones que ahora estarían muertas”.
En este marco, la firma IWG, matriz de Regus y Spaces, suspendió pagos de más de 100 filiales de Estados Unidos que operan sus centros de coworking en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Filadelfia o Atlanta
Similar situación enfrenta WeWork, que tras el cambio de su fundador, ha recurrido a la liquidez de SoftBank, en China para conseguir 200 millones de dólares. Mientras, los pequeños coworkings locales buscan compradores para su negocio o su traspaso.