Las actividades en las inmobiliarias de Argentina fueron unas de las más afectadas ante las restricciones dispuestas para frenar el número de contagios por Covid-19, a tal grado que, durante el quinto mes de 2020, ocho de cada diez firmas en el sector no lograron concretar operaciones.
Lo anterior, según lo informado por la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi), que urgió al gobierno la implementación de medidas que permitan la reactivación del sector, entre las que incluyó el acceso “a créditos blandos” y “una amplia moratoria”.
Alejandro Ginevra, titular de la cámara, explicó que “el rol de Estado, también en nuestra actividad, es imprescindible. En principio, y fundamentalmente, para achicar los márgenes de incertidumbre con los que hoy nos manejamos, que no nos permiten planificar lo mínimo en el plano inmediato”.
Si bien la flexibilización de algunas disposiciones permitió en mayo mejorar el desempeño que las inmobiliarias habían registrado en abril, cuando el cese de actividades para el sector inició en todo el país, −permitiendo que las operaciones en alquiler pasaran del 9 al 21%, y el de compraventa del 7 al 18%−, estas mejoras no ocultan que “la gran mayoría de las inmobiliarias consultadas continúan paralizadas”.
De la investigación elaborada por Camesi, se desprende que el 43% de los operadores no pudo cumplir con la totalidad de los servicios de su empresa, en tanto que el 61% no consiguió hacerlo en cuanto al pago de sus obligaciones.
Asimismo, la entidad identificó que el 60% de quienes pagan sueldos “no están pudiendo cumplir el pago total de los haberes de sus empleados” y solo el 48% de los que pagan comisiones lograron hacerlo en su totalidad. Finalmente, en cuanto al pago de alquileres, poco más del 50% de los inquilinos pudo abonar la totalidad de la renta, mientras que el restante hizo pagos parciales.