Actualmente, la compra de una propiedad, usada o nueva, para ponerla en renta, sigue siendo una opción para aquellas personas que quieren invertir su dinero en un negocio que les hará obtener una ganancia significativa.
Ante ello, se presentan tres tipos de inversiones en renta:
1.- Inversión residencial. La compra de casas o departamentos es una inversión que permite generar retorno, mediante el arrendamiento donde se puede obtener un ganancia de entre 3.5 al 5% anual, dependiendo el segmento del inmueble: vivienda de interés social, interés medio, residencial, residencial plus o premium.
2.- Inversión en oficinas. Actualmente las rentas de oficinas ofrecen una demanda más rentable, ya que los contratos son a más de un año y cuenta con un mercado emergente que ha comenzado a cobrar fuerza en algunas ciudades con desarrollo económico estable. Hay que tomar en cuenta que su rentabilidad depende del crecimiento económico de la zona. La ganancia que se puede obtener si es una oficina independiente es aproximadamente del 6% y si es en un edificio puede llegar al 5.5% anual.
3.- Inversión en locales comerciales. Estos pueden ser redituables a largo plazo, sin embargo, no representa mucha dificultad porque suele ser fácil encontrar negociantes interesados. La ganancia en este tipo de inversión podría ir del 3 al 7% si se considera que puede ser un local comercial, terreno comercial o local comercial dentro de una plaza. Cabe destacar que muchas zonas comerciales en áreas que están experimentando un amplio desarrollo económico están manejando altos precios que tal vez solo sean accesibles para inversionistas.
De acuerdo con el informe inmobiliario 2018 de Lamudi en las distintas regiones de México hay grandes oportunidades para que los inversores seleccionen qué tipo de propiedad van a adquirir para rentarla posteriormente.