Aunque México y Estados Unidos ya llegaron a un acuerdo bilateral en principio, ahora falta que Canadá se sume para que se firme una nueva versión del TLCAN. El acuerdo entre nuestro país y el vecino del norte es un gran avance.
A corto plazo, el mayor impacto se verá en el tipo de cambio, porque se prevé que la paridad del peso frente al dólar se siga fortaleciendo. Si los acuerdos en la negociación son favorables para el comercio de México, no se descarta ver a la parida por debajo de los 18 pesos por dólar. Asimismo, este mismo evento podría mejorar la perspectiva de las tasas de interés, las cuales podría ajustarse a la baja.
A mediano plazo, la inversión productiva en sectores vinculados a la exportación, principalmente del sector manufacturero, entre otros el automotriz y de autopartes, se fortalecerá y demandará más espacios en parques industriales. Hay que recordar que muchas empresas pospusieron sus planes de desarrollo y ampliación de planta productiva por la incertidumbre que genero al negociación del TLCAN.
Por lo tanto, una vez superado la incertidumbre electoral y despejada la incógnita del TLCAN, es probable que se reactivará la inversión de algunos desarrolladores de parques industriales que fueron muy prudentes ante el escenario previsto.
Por citar un ejemplo, Fibra Terra hizo pública su intención de no adquirir nuevos portafolios industriales en este año por los factores de incertidumbre, pero una vez superados quizá reactive sus planes de expansión a través de nuevas adquisiciones.
Asimismo, la mayor parte de los nuevas inversiones en desarrollos de espacios industriales nuevos fueron bajo la modalidad de Build To Suite (hecho a la medida), por lo que habrá mayor certidumbre para reactivar los proyectos especulativos.
De la misma manera, si la nueva versión de TLCAN incluyó una negociación satisfactoria en cuanto a la apertura de nuestro sector energético, seguramente propiciará mayor demanda de espacios de oficinas pro parte de las diversas compañías petroleras que ya invierten en el país.