La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 2012 como el Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos, con ello se plantea alcanzar tres objetivos a largo plazo: garantizar el acceso universal a servicios energéticos modernos, disminuir en un 40 por ciento la intensidad energética mundial y aumentar en un 30 por ciento el uso de energía renovable en todo el mundo.
En su resolución, el organismo resaltó la importancia de invertir en adquirir tecnología energética menos contaminante y en un futuro con la capacidad de adaptación al cambio climático, así como seguir trabajando en el desarrollo de servicios energéticos económicamente viables, socialmente aceptables y ecologicamente racionales.
Actualmente 1.400 millones de personas no cuentan con acceso a energía moderna, mientras que 3.000 millones dependen de la biomasa tradicional y el carbón como fuentes de energía.