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¿Construir sin generar desperdicios? Es posible con la arquitectura circular. Descubre cómo el diseño modular y el uso de materiales reciclables pueden cambiar la forma en que construimos.

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La arquitectura circular es una propuesta innovadora que busca transformar la manera en que se diseña y construyen edificios, de modo que se minimicen los residuos y se maximice la reutilización de materiales.

 

A diferencia del enfoque tradicional, que sigue el modelo lineal de "usar y tirar", la arquitectura circular se basa en principios que fomentan la durabilidad, el reciclaje y la regeneración de los recursos.

 

Hoy en día, la industria de la construcción es responsable de una gran parte de las emisiones de carbono y los desechos sólidos del mundo, lo que hace urgente la adopción de prácticas más sostenibles.

De ahí que Grupo Arqual, experta en metodología Building Information Modeling (BIM), enlista cinco principios clave de la arquitectura circular:

  1. Diseño para el desmontaje: Se trata de crear edificios que puedan ser fácilmente desarmados, sin perder la funcionalidad de los materiales. Esto permite que componentes como vigas, ladrillos o paneles metálicos se reutilicen en nuevas construcciones, evitando así la generación de escombros y residuos. El uso de sistemas de anclaje sencillos, que no requieran adhesivos permanentes, facilita este proceso.

 

  1. Uso de materiales reciclables y accesibles: Es fundamental elegir materiales que puedan ser fácilmente reciclados o reutilizados, y que sean abundantes y accesibles en el mercado local. Ejemplos de estos son los bloques hechos de escombro reciclado, la tierra compactada, o maderas certificadas. Así, los materiales regresan al ciclo productivo en lugar de terminar en vertederos.

 

  1. Construcción modular: Esta es la idea de construir edificios por partes o módulos, lo cual permite adaptarlos o renovarlos sin necesidad de demoler toda la estructura. Las soluciones modulares, como los paneles prefabricados o sistemas de concreto armado, son perfectas para áreas urbanas en expansión o para ofrecer soluciones rápidas en comunidades que lo necesiten.
  2. Pensar a largo plazo: Los edificios deben diseñarse con la flexibilidad suficiente para adaptarse a diferentes usos a lo largo del tiempo. Esto implica seleccionar materiales duraderos y fáciles de mantener, que puedan soportar cambios de uso, como transformar una vivienda en un comercio o taller. Herrerías resistentes o techos de lámina reforzada son ejemplos de materiales duraderos y adaptables.
  3. Aprovechamiento total de recursos: Un enfoque clave de la arquitectura circular es reducir al máximo los desperdicios. Esto se logra mediante el uso de moldes reutilizables, la reutilización de escombros como relleno, y la implementación de energías renovables, como la solar, en el proceso constructivo. Además, se optimiza el uso de recursos como el agua y la electricidad desde el diseño del edificio.

La adopción de estos principios, comentaron los expertos, no solo contribuye a la sostenibilidad del medio ambiente, sino que también ofrece ventajas económicas al reducir costos y optimizar los recursos.aaa

Implementar la arquitectura circular puede transformar la industria de la construcción y ayudar a resolver la crisis de residuos, abriendo el camino hacia un futuro más responsable y eficiente en el uso de los recursos, puntualizaron.