Las inversiones que se han anunciado para la producción de coches eléctricos en México de empresas de Estados Unidos son una oportunidad de negocio que la sostenibilidad supone para el país.
En este sentido, “México es un claro ganador en el contexto actual”, consideró Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, durante el evento CERAWeek, que se realiza esta semana en Houston, Texas.
Añadió que el nearshoring se va a acelerar por los incentivos fiscales que Estados Unidos ha diseñado para promover la inversión en la lucha contra el cambio climático en México.
México además dispone de recursos naturales muy relevantes para la lucha contra el cambio climático como es el sol o las reservas de litio, destacó Torres Vila.
Y valoró como muy positiva la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos así como los esfuerzos de Europa para incentivar las inversiones climáticas a escala.
Que “están destinando en torno al 4% del PIB para impulsar esta transición energética a ambos lados del Atlántico”. A su juicio, son aproximaciones que van en la misma dirección.
La descarbonización es un desafío formidable y lo es especialmente para los países emergentes, que “tienen un inmenso potencial” y pueden ser también “claros ganadores”, como México.
Pero son necesarios esquemas que incentiven el flujo de inversiones hacia dichos mercados, dijo el presidente del banco, institución que en 2022 canalizó 50,000 millones de euros de financiación sostenible.
Asimismo, ha fijado los objetivos intermedios de descarbonización para 2030 en seis sectores como el de la energía, la automoción, el acero, cemento, carbón y petróleo y gas.