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Es viable aumentar el uso de la chatarra, energías renovables y de gas natural para contribuir a la descarbonización de la industria.

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El acero, una de las principales materias primas del mundo, está más presente en la vida del ser humano de lo que podemos imaginar. En Latinoamérica, la cadena de valor del sector siderúrgico genera 1.3 millones de empleos y es un importante indicador del desarrollo económico de diversas regiones. Aun con esto, la industria enfrenta un reto muy importante: ¿cómo promover la sustentabilidad?

 

El 80% de los Gases de Efecto invernadero (GEI) proviene de la emisión de CO₂, de ese total, entre el 7 y el 9% es originado por la siderurgia mundial.

 

Aunque Latinoamérica no tenga más de 2.8% de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) del sector, será una de las más afectadas por el cambio climático; por lo tanto, una de las principales acciones para mitigar el acelerado calentamiento global y promover un desarrollo económico más sustentable es avanzar hacia un proceso de descarbonización, mencionó Alejandro Wagner, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

Frente a esto, Latinoamérica tiene dos ventajas: una de las producciones de acero más eficientes y sustentables ​​del mundo, y posee condiciones naturales más favorables para el uso y desarrollo de energías sustentables, señaló el directivo.

 

 

Aún hay mucho por recorrer en la transición energética de la industria: Alejandro Wagner, director ejecutivo Alacero.

 

Por cada tonelada de acero producida, las empresas latinoamericanas emiten 1.6 toneladas de CO₂, un valor inferior al promedio mundial de 1.8t CO₂, según worldsteel. A su vez, China, el mayor productor mundial de la materia prima, emite 2.1t CO₂, un 31% más que América Latina.

En este contexto, aún queda la duda: ¿cómo generar fuentes de energía más sustentables? ¿cómo descarbonizar la industria del acero y caminar hacia un futuro más renovable? “Para dar estas respuestas, es necesario hablar sobre tres puntos importantes en los cuales se debe invertir a mediano y largo plazo: aumentar el uso de la chatarra, de energías renovables y de gas natural”.

 

El acero es un material 100% reciclable que puede ser usado y reusado muchas veces en un retorno como chatarra, maximizar el uso de ese residuo permite un reciclaje mayor y un proceso más sustentable.

 

La chatarra, pese a ser excelente en lo que se refiere a la emisión de carbono, implica la reconexión, la separación del residuo y l comercialización, tres etapas que son difíciles de realizar. Todas ellas poseen costos variados y necesitan recursos y desarrollos específicos para llevarse a cabo. Esto convierte al proceso de la maximización de la chatarra en un proyecto difícil de implementar y que debe pensarse  a largo plazo, recalcó Wagner.

“La importancia de invertir en energías renovables y en el gas natural, que cuenta con  mayor desarrollo, aplicación y puede servir como un combustible de transición, radica en que algunos países aún no cuentan con todos los recursos necesarios para el uso y la producción de energías renovables. El gas natural resulta ser la mejor alternativa para el estado actual de desarrollo de estos países, pues se encuentra  a medio camino entre el carbón vegetal y las energías renovables”.

 

 

Defensa comercial, principal factor para la descarbonización

El director ejecutivo de la asociación indica que a pesar de que existen opciones para una transición energética, todavía falta el desarrollo de diversas partes involucradas en el proceso: Los países, sobre todo los de la región latinoamericana, deben seguir el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas.

“Es decir, deben entender que tienen un objetivo en común, pero cuentan con realidades diferentes para alcanzarlo. La cadena completa, que va desde los productores hasta los proveedores y compradores de acero, debe alinearse para pensar estrategias que promuevan el cambio energético e impulsen la descarbonización”, finalizó Alejandro Wagner.