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Las ciudades inteligentes prometen resolver de una vez por todas, los más grandes problemas de la humanidad con tecnología de punta.

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Especialistas consideran que hay razones fundadas para imaginar que los espacios de oficina habrán mutado para siempre. La llegada de la pandemia de Covid-19 dejó en suspenso la construcción de millones de metros cuadrados de oficinas en todo el orbe, al tiempo que en su lugar, las viviendas de los trabajadores fueron habilitadas como espacios de trabajo remoto, trayendo consigo la ruptura del paradigma de la concentración de la fuerza de trabajo en imponentes torres corporativas.

Rafael Solares, Country Manager para VMware en México, una empresa de las tecnologías de la nube, asume que si bien no habrán de desaparecer, los centros mega corporativos podrían estar viendo sus últimos años, en virtud de que la pandemia nos condujo a un aumento inevitable en el uso de tecnologías digitales.

 

Personas y organizaciones de todo el mundo han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajo y de vida, mientras que los cierres en todos los países aceleraron el uso de sistemas y redes de información con cambios masivos en los patrones y el comportamiento de uso.

 

Un informe de Datoz indica que el sector de oficinas comenzó a dar signos de recuperación durante el 2021. No obstante, esto no es indicativo de se haya superado de manera total el impacto que le significó la pandemia, pues todavía persiste una continua desocupación, lo que ha generado sobreoferta de espacios y un temor para iniciar nuevos proyectos.

 

Hacia una Smart City

César López, gerente comercial Telecom Sur Sudamérica para Vertiv, fabricante de infraestructura y soluciones TI, explicó que una ciudad inteligente tiene varias definiciones, pero adaptada al desarrollo de la tecnología, tendría que decirse que se trata de ciudades dentro de una tendencia mundial basada en el desarrollo urbano sostenible, que aplican las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para diferentes servicios que permitan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Sus principales características son:

-Infraestructura inteligente. Mejora el crecimiento planificado de las ciudades con el uso de grandes volúmenes de datos.

-Transporte inteligente. Control inteligente del tránsito, reducirá tiempos, accidentes y contaminación del transporte.

-Energía inteligente. Uso de medidores de energía inteligentes en hogares y edificios, redes inteligentes de distribución y producción de energía gestionadas con Internet de las Cosas (IoT).

-Datos inteligentes. Recopilación y análisis de grandes volúmenes de datos en las ciudades, que pueden ser usados en diversos servicios para mejorar la calidad de vida de la población.

-Dispositivos conectados. Cantidad de dispositivos instalados en las ciudades e interconectados, con IoT, que recopilan datos y se analizan para obtener información relevante en muchos aspectos.

-Servicios públicos inteligentes. Con el uso de sistemas, plataformas potentes y datos permitirá mejorar diversos servicios públicos al ciudadano, con mayor transparencia y agilidad y rapidez.

 

5G incrementará la conectividad en las urbes que estén preparadas para ello.

 

Red 5G y nube, base de la sociedad del… hoy

La administración de todas estas capacidades informáticas habrán de depender fundamentalmente de dos nodos: Por una parte, la Red 5G, como la supercarretera sobre la cual habrán de navegar los datos a velocidades de hasta 10x de las actuales; así como la nube, como el reservorio que albergará la data, los aplicativos modernos y los dispositivos, dijo Solares.

En este sentido, la tecnología 5G proporciona mayor velocidad y capacidades para soportar mayores volúmenes de transmisión de datos, con una muy baja latencia. Esto hará posible incrementar la conectividad, y dará la oportunidad para que muchos dispositivos puedan conectarse entre sí, además de incrementar el uso de datos por las personas, algo que hasta no hace mucho era sólo producto de la ficción.

 

 

Después de una década de prueba y error, los líderes municipales se están dando cuenta de que las estrategias de ciudades inteligentes comienzan con las personas, no con la tecnología. La “inteligencia” no se trata solo de instalar interfaces digitales en la infraestructura tradicional u optimizar las operaciones de la ciudad. También se trata de usar la tecnología y los datos con un propósito para tomar mejores decisiones y brindar una mejor calidad de vida, explicó César López, de Vertiv.

El documento ‘From a Smart City to a Smart Nation’, publicado recientemente por VMware, indica que las inversiones en TI alguna vez encerraron a ciudades y naciones en planes costosos y extremadamente a largo plazo. Ahora, utilizando la combinación correcta de tecnología moderna y soluciones inteligentes, los gobiernos pueden responder de manera más dinámica a las demandas cambiantes de las urbes.

Los gobiernos de todo el mundo todavía tienen un largo camino por recorrer, incluso los más avanzados. El McKinsey Global Institute (MGI) detalla la implementación en 50 ciudades de todo el mundo, además, mide el progreso de cada ciudad mediante una lista de verificación de aplicaciones inteligentes.

 

La movilidad era una prioridad principal para la mayoría de las ciudades; pero aquellos con la mayor cantidad de aplicaciones implementadas en general: Londres, Los Ángeles, Nueva York, Seúl, Shenzhen y Singapur se ramificaron en múltiples dominios, como seguridad, servicios públicos y atención médica.

 

Algunas ciudades comienzan sus transformaciones con ventajas inherentes, como las industrias de alta tecnología existentes. Pero incluso los países menos progresistas pueden destacarse con visión, buena gestión, voluntad de romper con las formas convencionales de hacer las cosas y un compromiso incansable para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos.

 

Seguridad, el tema pendiente

Dada la incorporación de nuevas tecnologías y el uso masivo de datos en una ciudad inteligente, el riesgo principal es el problema de ciberseguridad y sus afectaciones prácticas en  el transporte, la transmisión de energía eléctrica o cualquier servicio público. Por ello, será un desafío para los gobiernos locales y empresas hacer fuertes inversiones en esta materia para el aseguramiento de los sistemas y redes. De igual manera, será un gran desafío priorizar el ser humano antes que las tecnologías de las cosas, opinó el experto de Vertiv.

Por su parte, Solares dijo que el ‘ingrediente seguridad’ será hoy y siempre el punto más relevante de una sociedad de la información; por lo que generar las estrategias más adecuadas para proteger los activos informáticos ha sido la prioridad en el desarrollo de estos aplicativos, al grado que “hoy en día realizamos transacciones bancarias o tributarias, por ejemplo, sin reparar demasiado en los inconvenientes que obviamente existen”. Los riesgos no dejarán de existir, pero la forma en que los abordamos, crea las diferencias que hoy vemos, finalizó.