Aunque la palabra ‘reactivación’ se usa cada vez más a pesar del golpe que causó la pandemia a la industria de la construcción, no se aplica del todo al sector, las cifras así lo demuestran. Si bien presentó un crecimiento de 1.9% en agosto respecto a julio, las cifras originales de enero-agosto indican que el rebote es de 10% en términos anuales, un desempeño bajo frente a la contracción acumulada de -20.3% del mismo periodo del 2020.
Asimismo, el valor de la producción de las empresas del sector acumula de enero-agosto una contracción de -3.5% respecto a igual periodo de un año previo. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que en julio este indicador presentó un repunte de 7.2% respecto al mismo mes del 2020, así como un avance mensual de 0.6% en relación a julio.
Con cifras originales, el valor de la producción de las empresas de esta industria quedó en 23 mil 958.9 millones de pesos a agosto, un 7.8% por debajo de los 25 mil 979.7 mdp de marzo del 2020, pero también cerca de 30% inferior al nivel de finales de 2016, uno de los picos más recientes. En términos anuales, el valor de la producción de las empresas cayó 4.4% y 4.8% en la construcción de obras de ingeniería civil.
En tanto que la prohibición del outsourcing en México eliminó 17 mil 677 empleos en la industria, pues la proporción del personal suministrado a las empresas constructoras, mediante compañías con diferente razón social, disminuyó de 15.8% a 11.7%, entre junio y agosto pasados, señaló otro reporte reciente del Inegi; el personal subcontratado disminuyó de 70 mil 187 a 52 mil 510 trabajadores.
Bajo este contexto, especialistas indican que la tecnología es una aliada de la industria de la construcción, pues no solo la apoyaría a reducir costos en las obras, sino a conocer adecuadamente los presupuestos y a aprovechar al máximo al personal que participa en la edificación de inmuebles, infraestructura o a mejorar el nivel de comunicación desde la de preconstrucción.
De acuerdo con un estudio de la consultora McKinsey, el rendimiento de esta industria deja mucho que desear a pesas de que es una de las más grandes a nivel mundial, pues su rentabilidad ronda el 5% de margen de beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT), a pesar de los altos riesgos e insolvencias; sin embargo, con un adecuado control de las finanzas es posible mejorarlo, mencionan representantes de Procore.
“La tecnología actual permite a las empresas acceder a datos financieros actualizados, y registrar, informar y hacer un seguimiento automático de todos los posibles impactos de los costos del proyecto en tiempo real. Estos datos les permiten ofertar, presupuestar y calcular los costos con más precisión y eficacia que nunca”, señala Luis Miguel Herrera, director de negocios de esta empresa en Latinoamérica.
Añade que los desarrolladores y propietarios de inmuebles, y gerentes de inversiones coinciden en que un software de gestión de proyectos de la construcción en la nube reduciría los costos de la construcción en un 11%; y una plataforma de gestión de proyectos de la construcción en la nube ofrece a los equipos un entorno colaborativo y permite a los gestores de proyectos vigilar si un proyecto alcanzaría los objetivos.
“La idea de gestionar todo un proyecto de construcción alojado en la nube surgió como una forma de conseguir un método de almacenamiento de datos más seguro y lograr una mayor colaboración desde el campo hasta la oficina, eliminando el riesgo de pérdida, robo o extravío de archivos en las operaciones diarias, gracias a un alojamiento externo seguro”, refirió Herrera.
Los documentos alojados en la nube resolvieron muchos inconvenientes, particularmente durante la pandemia, cuando el trabajo a distancia fue necesario. El ‘Reporte de Retorno de la Inversión de Procore 2021’, revela que el 79% de las 4,784 compañías encuestadas mejoró la comunicación con sus equipos de trabajo a distancia gracias al uso de esta tecnología y el 89% estandarizó los procesos mayormente.
En cambio, los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) no ofrecen estas ventajas, pues no se diseñaron pensando en los equipos del proyecto y no fueron adaptados a la medida de quienes ponen los pies en la obra, pues están enfocados en los aspectos contables, que han dejado de lado las herramientas de gestión de proyectos.
Otras tecnologías como Machine Learning, que permite a un sistema aprender de los datos en lugar de aprender mediante la programación explícita, y otras técnicas de Inteligencia Artificial (IA) toman cada vez más auge para ofrecer experiencias de usuario simplificadas que favorecen la productividad y reducen el retrabajo.
Pensando en esto, Procore lanzará en el 2022 ‘Quick Capture’, una herramienta que registrará los datos que se generen en el trabajo de campo a través de indicaciones por voz: El usuario grabará un video y ‘contarle’ a la herramienta cuál es el requerimiento, y gracias a su entrenamiento de Machine Learning, esta tecnología añadirá la solicitud, adjuntará una foto y asignará la tarea al usuario pertinente.
Otra técnica muy útil en la industria de la construcción son las soluciones basadas en la mensajería contextual, que prioriza conversaciones y ofrecen información actualizada y relacionada con el tema que se está discutiendo, como una solicitud de información (RFI, por sus siglas en inglés), una orden de cambio o una observación.