La inversión en construcción reportó en julio un incremento de 14.2% respecto al mismo mes del año previo, mientras que presentó un repunte de 2.1% en relación a junio, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De enero a julio, la inversión observó un repunte de 7.2% comparada con el mismo periodo del año pasado, un pobre desempeño considerando que en el mismo lapso del año pasado retrocedía -20.1% a tasa anual.
Durante el séptimo mes del año en curso y considerando cifras originales, la inversión residencial reportó un avance de 16.3% anual, mientras la no residencial reportó un incremento anual de 11.9 por ciento.
El repunte de 14.2% de julio parece importante, pero comparado con la caída de -23.7% anual del mismo mes en 2020, todo hace ver que se trata de un repunte estadístico por una baja base de comparación.
Un análisis de Banco Base recordó que “la inversión en este sector tenía una tendencia a la baja desde el máximo observado en julio del 2008, y aunque si bien llegó a mostrar ciclos de crecimiento, la tendencia de largo plazo se mantuvo a la baja. La caída comenzó a profundizarse a mitad del 2018 ante la incertidumbre económica y política del país, y terminó por desplomarse con la crisis de la pandemia. El rebote observado en la recuperación no ha sido suficiente para recuperar el nivel pre pandemia, mucho menos acercarse los niveles máximos de hace 13 años”.
La inversión es el indicador más importante para anticipar un repunte de toda actividad, desafortunadamente en la construcción sigue muy rezagada.