Cemex informó que gracias al crecimiento que presenta contra año durante los últimos tres trimestres, junto con una expectativa favorable de mediano plazo, elevó su guía de flujo de operación para 2021 a 3,100 millones de dólares (mdd). Este crecimiento representaría un 26% más respecto al año previo, además, anticipa un crecimiento de flujo de operación de dos dígitos en 2022.
“Como resultado de sus inversiones complementarias, sus proyectos de mejora de márgenes, así como de la nueva capacidad de producción de cemento por 10 millones de toneladas métricas, la compañía espera generar aproximadamente 400 mdd de flujo de operación anual en el 2023”.
Estos nuevos incrementos de capacidad de producción de cemento, que se espera sean finalizados en 2023, incluyen 5 millones de toneladas métricas de capacidad de cemento en México, 1 millón en Europa, 2.3 millones en Centro, Sudamérica y el Caribe, y 1.5 millones en Filipinas.
Estas ampliaciones se estructurarán tomando en consideración la prioridad de acción climática de la compañía. Fernando González Olivieri, director general de Cemex, dijo que “creemos que actualmente tenemos la mejor expectativa del mercado en años y que estamos entrando en un período de crecimiento sostenible”.
Se añadió que “confía en que logrará una estructura de capital de grado de inversión con un apalancamiento de tres veces para finales de este mes. Como resultado de lo anterior, Cemex ha establecido un nuevo objetivo de apalancamiento dentro de sus metas de Operación Resiliencia que consiste en recuperar una calificación crediticia de grado de inversión”.
Acción climática
Adicional, la empresa estableció una nueva meta para estar por debajo de 475 kg de CO2 por tonelada, una reducción de aproximadamente 40% en emisiones de CO2, para 2030. “Este nuevo objetivo está alineado con el escenario Muy por Debajo de dos grados centígrados de la SBTi”, se dijo en un diálogo abierto.
Mencionó que está adelantando su meta anterior de carbono para 2030, de 520 kg de CO2 por tonelada, equivalente a una reducción del 35% en emisiones, en cinco años para 2025. Además, se compromete a reducir sus emisiones de CO2 en el negocio de concreto en un 35%, alcanzando 165 Kg de CO2 por metro cúbico, para el 2030.
Se indicó que sus tecnologías para lograr este objetivo incluyen el uso de combustibles alternos con alto contenido de biomasa, inyección de hidrógeno, clínker de baja temperatura y bajo CO2. También materias primas descarbonatadas, optimización del consumo calorífico de los hornos y la reducción del factor de clínker mediante la mayor adopción de cementos con adiciones en el mercado.