La edificación, el segmento de la industria de la construcción que ha sido más resistente y que soportó varios años el crecimiento del sector, ligó en septiembre 10 meses ininterrumpidos con tasas de crecimiento negativas para extender su ciclo recesivo a dos años consecutivos.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que en septiembre presentó una contracción de -16.5% en comparación con el mismo mes de 2019, lo cual determinó que de enero a septiembre acumuló una caída de -19.1% a tasa anual.
Desde el último trimestre de 2018 mostró signos fuertes de debilidad, ya reportando tasas de crecimiento negativas en el último trimestre. A ello se suma la caída que presentó de -3% en todo el año 2019.
De esta manera, en 19 de los últimos de los últimos 23 meses reportados presenta una tasa de crecimiento anual negativa, donde la edificación de vivienda ha sido la que mayor se ha debilitado, en tanto la construcción de parques industriales, centros comerciales y edificios corporativos ha sido lo más resistente.
Por ahora, lo más relevante es que no se observan indicadores concretos que permitan anticipar un cambio positivo en el ciclo.
Este importante segmento de la industria de la construcción depende en su mayoría de inversión privada, por lo que su desempeño dependerá más de las expectativas que tengan sobre la evolución de la economía y la confianza de los empresarios.
Sin embargo, la inversión, que es un indicador fundamental para la reactivación de cualquier sector, hasta el mes de agosto siguió mostrando debilidad.
Cifras del INEGI indicaron que la inversión en construcción residencial mostró de enero a agosto del 2020 una contracción a tasa anual de -18.9%; en particular, durante el octavo mes la caída anual fue de -7.5 por ciento. Sin embargo, hasta que no inicie el repunte la inversión se podrá anticipar un nuevo ciclo de crecimiento en la edificación del país.