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Fonatur señaló que las obras del tren van bien, pese a que la pandemia derivada del Covid-19 retrasó algunos temas de gestiones y movilización de personal.

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El Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) y Grupo Vidanta ya no participarán en la construcción de terminales del Tren Maya; en el caso de esta última empresa, porque no ha manifestado ningún interés en invertir en el proyecto que encabeza el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

Rogelio Jiménez Pons, director general del organismo, informó que el grupo ya no se encargará de construir la estación del tren que se planea para el aeropuerto de Cancún, la cual en principio había indicado que estaría a cargo del grupo de Chico Pardo, por ser ellos concesionarios de la terminal.

Referente a la firma turística, el directivo refirió que “Vidanta es un grupo aliado, pero no está manifestando ninguna inversión directa con nosotros. Nada más participan opinando pero realmente no tiene rol de inversionistas ni nada”.

No obstante, aseguró que las obras del tren van bien, pese a que la pandemia derivada del COVID-19 retrasó algunos temas de gestiones y movilización de personal, asimismo, que la próxima semana comenzará un mayor incremento en el trabajo de las empresas que trabajan en esta infraestructura.

En cuanto a las organizaciones ambientalistas, el directivo de Fonatur señaló que la marginación y la corrupción son las que están acabando con la selva en el sureste de México y no el proyecto del Tren Maya; y añadió que solo la tala ilegal está acabando con casi 80 mil hectáreas de selva y bosques en la región.

Incluso, recordó en una entrevista con El Sol de México, que el tren pasará por vías ya existentes y se crearán pasos bióticos, los cuales fueron desconectados con la carretera Escárcega-Chetumal, sobre la que se montará la vía.

“Todos los animales muertos en la región son causados por esa carretera, que me digan dónde tocó la selva. Es muy fácil difamar, me molestan con que vamos a destruir pero qué hicieron ellos cuando se ensancharon las carreteras y se desconectaron los flujos bióticos de la región”, dijo Jiménez Pons.